Salvador Flores Llamas
Nada bien cayó en el Vaticano, en la Nunciatura y la Conferencia Episcopal de México (CEM) la gestión del cardenal Norberto Rivera para que López Obrador estuviera en primera fila en una audiencia pública del Papa en la Plaza de San Pedro, para darle una carta de su eterna campaña presidencial y tomarse una foto para su propaganda.
Tampoco que el primado acercara a Su Santidad a un enviado del jefe de gobierno del DF Mancera, para invitarlo a venir a México (cuando ya estaba programada la visita) con igual cariz de propaganda presidencial adelantada.
Por eso no extrañó que Rivera Carrera fuera borrado de la organización de la visita papal. Además quiso tomar la delantera: al llegar de Roma del sínodo de obispos, anunció la fecha del arribo de Francisco (el 12 de febrero). Eso confirmó la decisión del nuncio y la CEM de eliminarlo de preparar el recorrido pontificio.
Por eso el Peje ni se dejó ver entre la gente que saludó de lejos al Papa y sólo, mediante Ricardo Monreal, comentó que su lucha por los pobres es la del Jefe de la Iglesia, y el Estado Mayor Presidencial evitó el multitudinario acto que Mancera preparó en el Zócalo, para entregar a Francisco las llaves de la Ciudad y declararlo huésped distinguido.
Imagínese el follón que habría armado Amlo, si Rivera le logra entrevistar al Papa: habría anunciado a los cuatro vientos, entre otras cosas, que le pediría recibir a los deudos de los 43 de Ayotzinapa, a quienes les puso de asesor-controlador a Widulfo Rosales, que los lleva a protestar a medio mundo, ¿con dinero de quién?
Mancera no se habría quedado atrás en capitalizar su charla con Francisco para impulsar su candidatura presidencial independiente, que espera apoyen el Bronco y su red de prospectos independientes, pues cree que resultará el más popular por tener más dinero que ellos, recargado en el erario del DF y las multas y buscas que ha multiplicado.
El jefe de gobierno entregó los obsequios a Su santidad en Ciudad Juárez, en la ceremonia de partida a Roma por el huequito que le hizo Peña Nieto, a condición de no robar cámara, pues el presidente cuidó que los políticos no capitalizaran la visita papal; mas los gobernadores de estados visitados lo hicieron con gran dispendio.
El chiapaneco Manuel Velasco se dio vuelo, por su sueño guajiro de ser candidato presidencial, aunque su partido Verde no tenga tamaños para impulsarlo.
El chihuahuense César Duarte hasta besó el anillo papal e hizo propaganda desmedida a la visita, de seguro no con el dinero que atesora en el banco que compró a costas del erario estatal, pero sí de éste.
El michoacano Silvano Aureoles bateó lejos: montó espectaculares costosos en su estado, Edomex y DF y pagó infomerciales en la TV para él, que luego cobró a sus gobernados con alzas enormes de derechos, como la renovación innecesaria de placas de autos, que con la tarjeta de circulación cuestan más de 2,500 pesos y son las más cara del país.
De suyo Michoacán arrastra una deuda de 38 mil millones, heredada por el perredista Leonel Godoy; más 12 mil que añadió el priista Fausto Vallejo en su corta gestión.
Silvano tampoco se recató en usar el helicóptero del gobierno para mover a una cantante amiga suya a los diversos actos del Papa. Eso recordó que él y los líderes perredistas rentaron 5 helicópteros al iniciar su campaña electoral en Zitácuaro. Al cabo el pueblo paga.
El arzobispo de México ha vertido su descontento en el semanario “Desde la Fe”, cuyo editorial del 6 de marzo preguntó “¿Quién mal aconsejó al Papa?” para que lanzara una catilinaria a los obispos mexicanos el 13 de febrero, en la Catedral Metropolitana, donde los exhortó a no vivir como príncipes ni hacer caso a los fariseos y a decirse las cosas cara a cara y reconciliarse enseguida.
Presume “Desde la Fe” que las palabras improvisadas del Sumo Pontífice obedecieron a malos consejos de alguien, en alusión al Nunciatura y a la CEM, como si Francisco fuera un monigote sin capacidad de discernimiento.
Es más, el semanario criticó que hubo exceso de control y vigilancia en los recorridos del Santo Padre.
Tirios y troyanos interpretaron ese desplante como desquite del Primado porque no lo dejaron influir en la visita papal y no pudo colar a sus amigos.
Ya hasta se menciona como su posible sucesor al arzobispo yucateco Carlos Patrón Wong, nombrado por el Papa, en septiembre de 2013 secretario para los Seminario de la Congregación Pontificia del Clero, y en noviembre, parte de la Comisión para la Educación Católica, encargado de las universidades y colegios católicos del mundo.
Pero no hay que correr prisas, pues Mons. Rivera Carrera cumplirá 75 años en junio de 2017, cuando deberá renunciar a su cargo.
Mons. Patrón, ex obispo de Papantla, Veracruz, vive en el Vaticano, en la Casa Santa Marta, como Francisco.
Ojalá en su reunión que inició ayer martes, los obispos mexicanos acuerden cómo hacer realidad los mensajes que pronunció el Papa durante su visita, para bien de su grey y para quienes sólo están pendientes para criticarlos por lo que sea, y aun sin sentido.
@chavafloresll
