Yo Campesino
Miguel A. Rocha Valencia
En la apología del cinismo, de la impunidad, Marcelo Ebrard quiere ser diputado y con ello garantizar contar con fuero para lograr la supervivencia política, y así medir sus fuerzas de cara a futuros comicios donde piensa tener oportunidad de competir por “la grande”.
Para ello cuenta con que el gobierno de Miguel Ángel Mancera no le finque responsabilidades, a pesar de que tiene todas en el bodrio llamado Línea Dorada o 12 del Metro que, como se sabe, ni siquiera en las estaciones que actualmente funcionan hay garantía de servicio a los 450 mil usuarios y, tarde o temprano, deberán cerrar igual que las otras que en marzo cumplirán un año sin abrir sus puertas, simplemente porque ¡Nada sirve!
Está convencido Ebrard Cassaubón que Mancera Espinosa no le hará cargos, a pesar de ser flagrante su responsabilidad en el mal trazo y construcción de la también conocida como la Línea de Oropelque se realizó a contrapelo de la sociedad y de los consejos técnicos, incluso contratando multimillonaria deuda expresada en dólares de 17 pesos.
Es decir, un negocio donde el entonces jefe de Gobierno ganó, ganó y ganó, tal vez sin robar, ya que el sólo hecho de aprobar la construcción de la Línea 12 del Metro le reportó dádivas, embutes, chayotes por miles de millones de pesos y ¡dólares!
Por un lado la viabilidad de tal ruta de Metro, fue sugerida por sus cuates (de Ebrard) de origen judío, quienes le pusieron sobre la mesa sólo para iniciar 50 mil millones de pesos, pues con la existencia de transporte favorecería el interés por comprar los miles de viviendas de interés social que construirían incluso en zonas expropiadas de la sierra de Santa Catarina y en las áreas de recarga de agua de Tláhuac.
Lo que menos importó a Ebrard Cassaubón fue la viabilidad del Valle de México, que hoy paga las consecuencias de transformar tierra de recarga acuífera en cemento inservible, pues para quienes se fueron a vivir allá con el espejismo de un servicio de transporte eficiente y barato, pierden hoy en tiempo y dinero el fraude del Metro.
Al primero lo han premiado con impunidad, y a los segundos, a los ciudadanos de a pie, los castigan con un pago de inversiones perdidas a causa de la ausencia de transporte y el deterioro acelerado de los pocos servicios públicos que hay por allá, y a eso habrá de sumarse lo que cobrará la naturaleza por la agresión recibida. Los hundimientos, fracturas e inundaciones, se harán patentes y sufrirán como si fueran “paracaidistas” asentados en predios irregulares.
Veremos en la temporada de lluvias cómo esos 450 mil defeños pagan una culpa ajena, mientras el “Carnal” Marcelo, disfruta de sus millones gracias a la impunidad que le otorgan desde la actual jefatura de Gobierno y que podría consolidarse con una diputación, eso sí, plurinominal, ya que si acudiera a alguna elección, seguramente la perdería dada su orfandad, pues ya ni su padrino político, el llamado “Peje” Andrés Manuel López Obrador lo reconoce. Claro de última hora podría ser el hijo pródigo y ser propuesto por “Morena”.
