Por la Espiral
Claudia Luna Palencia
En las últimas semanas cunde más el eco del por qué otros países musulmanes no reciben a los sirios teniendo en cuenta que son más afines en cuanto al Islam.
La raíz más oscura desvela un filo de navajas entre suníes, chíes y salafistas de allí la complejidad de la reubicación geográfica de los sirios en otros estados árabes.
La ACNUR puntualiza que sólo el Líbano acoge ya en 2014 a más de un millión de sirios lo que significa una gran presión sobre de los recursos e infraestructuras del país.
Jordania alberga el que ya es el segundo mayor campo de refugiados del mundo: Za’atari, que acoge a más de 100 mil sirios que han huido de la guerra.
Esa maraña es lo que más asusta ante cualquier política en común de asilo de emergencia que sea adoptada por los 28 de la UE, porque la incertidumbre deriva de la temporalidad del conflicto.
El propio Parlamento Europeo sabe que esto no será nada sencillo de congeniar, ni de gestionar, al tiempo que intenta respetar y salvaguardar los derechos humanos de los afectados.
Un primer paso ha sido la formación de un mecanismo de emergencia temporal presentado por el parlamento con el objetivo de aliviar la significativa presión sobre Italia, Hungrías y Grecia.
“Los demandantes no tienen derecho a elegir el país de reubicación, pero sus necesidades, preferencias y cualificación deberán ser tenidas en cuenta en la medida de lo posible”.
El mecanismo obligatorio propuesto distribuirá a los solicitantes de asilo entre los Estados miembros en función de su capacidad de absorción, que se calculará teniendo en cuenta los siguientes criterios: población (40% de ponderación), PIB (40%), media de solicitudes de asilo recibidas entre 2010 y 2014 (10%) y tasa de desempleo (10%).
A cada país que dé cobijo, el mecanismo les proporcionará 6 mil euros por persona reubicada más 500 euros por persona para cubrir los gastos de traslado del refugiado.
Pero eso sí para los negados a participar -como es el caso de Hungría absolutamente reticente-, el Parlamento Europeo exige una contribución financiera de hasta el 0.002% de su PIB.
Los primeros cálculos prevén que la UE necesitará un ingreso extraordinario de 780 millones de euros únicamente para atender el efecto llamada de asilo.
Sin embargo, dicha cantidad puede quedarse muy por debajo de las necesidades reales. Por ejemplo, Turquía, ha gastado 6 mil millones de dólares en asistencia directa a los refugiados.
A COLACIÓN
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, reconoce que España tiene atoradas 35 mil solicitudes de asilo de sirios que desean rehacer su vida en el nirvana ibérico.
Todavía falta el arribo del cupo que les corresponde: los 14 mil 931, pero no hay fecha precisa a pesar de la insistencia de la próxima bajada de las temperaturas que recrudecerán conforme se acerca el invierno.
A diferencia de otras ciudades europeas, ningún español ha salido a la calle con pancartas a marchar como eco de solidaridad por los refugiados, lo que ha hecho, de acuerdo con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), es aportar dinero en las organizaciones gubernamentales que en las últimas tres semanas han incrementado exponencialmente.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo terminará esta pesadilla, los efectos que traerán al interior del mapa europeo, hasta el momento cada país reacciona conforme a su naturaleza histórica, algunos haciendo gala de su mezquindad.
