Mario Alberto Gálvez
Mientras Carlos Salinas de Gortari entregaba las empresas del estado a los oligarcas que lo pusieron en la presidencia del país, le vendía humo a los incautos ciudadanos que en cada inicio de sexenio de gobierno priista esperaban en éxtasis el nacimiento de un nuevo México, para esos ingenuos, México era una especie de Ave Fénix que renacía de sus cenizas cada seis años.
Salinas era un manipulador de las masas con poco cerebro y abundancia de ilusión transexenal.
Por la corrupción de Salinas, 390 empresas del estado pasaron a manos de los empresarios, pero la privatización la comenzó durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado en 1982 cuando entregó la economía nacional al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional en cada préstamo que solicitó para fondear las necesidades de dólares que demandaban los oligarcas; desde entonces, en México se aplicaron las medidas económicas de esos organismos del agio internacional.
Salinas de Gortari hizo creer a la gente que después de su sexenio México sería como Suiza, que México entraría al primer mundo, que sería respetado como una potencia comercial y económica, hizo que la gente soñara con el Tratado de Libre Comercio, nunca dijo que puso a competir comercialmente a un país depauperado en extremo con dos potencias económicas (Estados Unidos y Canadá), que llevó a la guerra al país armándolo con una resortera mientras los adversarios contaban con el mejor armamento del mundo.
Para que el pueblo creyera que era un genio de las finanzas, le quitó tres ceros al peso y milagrosamente lo que le costaba mil pesos, ahora la gente pagaba solamente un peso.
El sueño se acababa cuando el mexicano compraba dólares: el peso valía 3 mil veces menos.
Después de un último año de gobierno caótico (Guerrilla simulada con el EZLN y asesinatos reales), Salinas impuso con el miedo a Ernesto Zedillo después de asesinar a Colosio y a su cuñado Francisco Ruiz Massieu,.
Estando ya en Los Pinos, el sistema económico se le cayó al imbécil Zedillo que se dio cuenta de que todo el sexenio de Salinas fue una farsa y al tratar de recomponer las cosas se le derrumbó la economía.
Zedillo desató una devaluación monstruosa del peso, una inflación sin precedentes (dobló la de Miguel de la Madrid), empeñó las ganancias de Pemex con Estados Unidos a cambio de 50 mil millones de dólares para pagar las pérdidas que causó a los inversionistas gringos, creó el Fobaproa para rescatar a los oligarcas mexicanos y a los invitados de último momento.
La economía era un caos y los asesores de Zedillo le hicieron ver un problema en puerta: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tendría dinero suficiente para pagar las pensiones de los trabajadores y le aconsejaron la medida que el BM y el FMI tenían para esos casos: castigar el monto de las pensiones para hacerlas atractivas para la iniciativa privada.
Cuatro sujetos siniestros se pusieron a preparar la Reforma al sistema de pensiones y el paquete de regalo tantos años codiciado por los oligarcas:
Ernesto Zedillo, presidente de México, Guillermo Ortiz Martínez, secretario de Hacienda, Genaro Borrego (El Guapo), director del IMSS y Fernando Solís Soberón, presidente de Consar (Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro) y crearon Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Reduciendo en un setenta por ciento el pago de las pensiones las entregaron a los bancos para que se encargaran de administrar las cuentas de los trabajadores. De esa forma, los trabajadores que se retiraran cobrarían solamente el 30% de su sueldo.
Avergonzado los patrones, aumentaron su aportación a las pensiones de retiro un 10% extra.
Trece años después, Felipe Calderón reforma la ley del ISSSTE para adecuarla a la reforma de Zedillo y entrega Pensioissste a Elba Esther Gordillo, Miguel Ángel Yunes Linares era director del ISSSTE, fue el premio que les dio Calderón por la ayuda que Gordillo y Yunes le dieron para poder hacer el fraude que lo convirtió en presidente del país.
Calderón agrava la situación de retiro de los trabajadores al crear el Outsourcing (Agencias de empleo que surten trabajadores a las empresas sin que los obreros tengan las garantías del Contrato Colectivo de Trabajo y deja a los empleados a partir del año 2007 sin protección y los convierte en esclavos modernos), fue un regalo que Calderón hizo a los oligarcas que aborrecen los beneficios que tienen los trabajadores solamente por estar sindicalizados.
Calderón agregó un elemento extra a su puñalada a los obreros mexicanos, anotó en su reforma que las cuentas de los pensionados prescriben después de diez años sin actividad. Es decir, los bancos pueden quedarse con el dinero si en las cuentas no hay movimiento.AMLO envió una reforma para enderezar lo que torcieron Zedillo y Calderón y agregó que las cuentas de los pensionados no prescriben para que los trabajadores o sus familiares puedan reclamar el dinero cuando quieran.
Hay una ley en las Afore que los administradores no obedecen.
Después de un tiempo de inactividad, deben entregar ese dinero al IMSS para que éste lo entregue a Hacienda y se aplique en programas sociales.
Ricardo Benjamín Salinas Pliego inició una andanada de infamias contra AMLO por la reforma de las Afores y la causa es que tiene en su poder mil 700 millones de pesos que no ha devuelto, mil 700 millones de pesos que mantiene en su poder para disfrutar el sudor de ese dinero (los réditos), pero sobre todo, para convertir eso en una costumbre que con el tiempo se convierta en una ley de los oligarcas y de esa forma puedan quedarse con ese dinero.
Con la reforma de AMLO, las AFores perderán 42 mil millones de pesos anuales sudados por las cuentas de los pensionados y por las mismas cuentas no reclamadas.
AMLO hará un fondo para compensar a los trabajadores que reciben con su reforma el sesenta por ciento, el fondo compensatorio formado con las ganancias de las empresas administradas por la Marina y por la Sedena, por el Instituto para devolver al pueblo lo Robado y el dinero de las cuentas no reclamadas, garantizará que el trabajador al jubilarse reciba de por vida el 100% de su sueldo con el que se retiró.
Las Afores han tratado de engañar al estado regresando migajas de 42 mil millones de pesos para hacer creer que cumplen con la ley, por ejemplo: Ricardo Benjamín Salinas Pliego desde 2022 cuando se hizo la primera reforma de AMLO, solamente devolvió un millón 900 mil pesos de mil 700 millones de pesos.
Sumando lo que debe Salinas Pliego al Sistema Administrativo Tributario (SAT) con el dinero de los trabajadores que jinetea, se saca en claro que la mitad de la fortuna que presume pertenece al pueblo.
Estos son los nenes que se mecen en la cuna de las Afores.
Mientras más se examina a Salinas de Gortari, a Zedillo, a Calderón y a Ricardo Benjamín Salinas Pliego, mayor es el convencimiento de que son una maldición para México.
