Francisco Gómez Maza
Análisis a Fondo
· A Canseco ahora se le acusa de obstruir la “justicia” ecuatoriana
· México espera, desde hace tres semanas, el veredicto de la CJI
Para que no se viera tan vergonzoso y vergonzante el apoyo de la derecha mexicana, personalizada en el PAN, a la derecha ecuatoriana, comandada por el presidente Daniel Noboa, recordarán que la senadora Lilly Téllez, traidora de AMLO y francotiradora de la extrema derecha, fue encomendada por el Jefe Nacional albiceleste, Marko Antonio Cortés Mendoza, a ofrecer disculpas al mandatario ecuatoriano por las “ofensas” del presidente AMLO, que lo “obligaron” a castigar a México con el allanamiento violento de su embajada, símbolo de la soberanía mexicana en aquel país que vive al arbitrio de la oligarquía criolla.
El público de Análisis a Fondo sabe ya la historia de este condenable desaguisado ecuatoriano contra México: la OEA condenó a Noboa por la violación del derecho internacional; Estados Unidos y Canadá hicieron lo propio; la ONU también condenó a Novoa y el mundo hizo lo propio, sin que se viera ninguna reacción de arrepentimiento del gringo que gobierna desde el Palacio de Carondelet. Novoa violó el Derecho Internacional con el secuestro del ex vicepresidente Jorge Glas quien, estando en calidad de asilado político en la representación mexicana, situación protegida por el Derecho de Asilo reconocido por México y por los gobiernos americanos, estaba a la expectativa de que el gobierno ecuatoriano le diera el salvoconducto indispensable para ser trasladado por personal diplomático mexicano a tierras mexicanas, donde lo esperaba la canciller Alicia Bárcena para brindarle el estatus de asilado político, siguiendo la tradición mexicana de otorgar esa condición a los perseguidos políticos del mundo, como ocurrió con los opositores a las dictaduras militares del Cono Sur, de Argentina, de Chile, de Paraguay, de Brasil, de Bolivia, de Perú, de Venezuela, entre otros. A disculparse a nombre de México por las ofensas del presidente AMLO que motivaron a Noboa a ordenar la violación de las leyes y acuerdos internacionales de respetar y proteger las embajadas extranjeras como territorios soberanos del país representado.
Además, todo el mundo sabe que, además de la denuncia mexicana ante la Asamblea de las Naciones Unidas, el gobierno de México presentó, el pasado día 11 de este mes, una demanda ante la Corte de Justicia Internacional (CJI) por el caso del asalto a su sede diplomática en Quito. Por conducto de Alejandro Solorio, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, cancillería de ese país. En la demanda México pide la suspensión de Ecuador de la Organización de las Naciones Unidas en tanto no pida una disculpa pública y admita las violaciones al derecho internacional que acusa cometió el país sudamericano. Alicia Bárcena, canciller mexicana, dijo que “hoy, al amparo del ordenamiento jurídico internacional y sirviéndonos de la ley, hemos decidido, por instrucciones del señor presidente, llevar a Ecuador a rendir cuentas por su flagrante transgresión a la inviolabilidad de nuestra embajada”. En tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la demanda no es contra ninguna persona ecuatoriana en particular, sino tiene el objetivo de la “no repetición”. “Que no se repita en ningún país en el mundo, que se garantice el derecho internacional, que no se violen los locales, las embajadas de países de ninguna nación”, dijo el mandatario.
La canciller mexicana confirmó que la solicitud de asilo de Jorge Glas en la embajada mexicana le había sido dada el 4 de abril, y se encontraba como huésped en la sede mexicana. Pero. Siempre los reaccionarios ponen “peros”. Los reaccionarios no responden lógicamente, reaccionan como cualquier ser irracional de la naturaleza. El caso parece que fue tomado como un asunto personal por Noboa. Y el día 5 el mismo mes, que aún no concluye, fue allanado el local de la embajada y agredido violentamente en jefe de la delegación diplomática, el embajador Roberto Canseco. Antonio José de Sucre, el héroe latinoamericano conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho, debe de haberse retorcido en su tumba. Y a la singular senadora Lilly Téllez, le debió de haber dado chorrillo por el coraje. La Fiscalía de Quito desechó la denuncia contra Canseco, tras asalto a la embajada, acusado de agredir a la policía ecuatoriana que perpetró el allanamiento. Pero, con todo, a Canseco ahora se le acusa de obstruir la justicia. La demanda en su contra fue ingresada a trámite el pasado 16 de abril y ayer se hizo pública.
