Acento
Salvador Flores Llamas
Sólo a Castro Trenti y a su gente les disgustó, por supuesto, que el PAN retuviera el gobierno de Baja California. Ni César Camacho, presidente del CEN del PRI, está convencido de la victoria de su candidato, y si la proclamó la noche del domingo fue para seguir la costumbre partidista.
Es más, el jerarca priísta ya bajó el tono a sus declaraciones después de que EPN pidió a partidos y candidatos acatar los resultados electorales.
El triunfo panista en BC tiene varias vertientes:
1) Confirmó la vigencia del Pacto por México, y eso agradó al presidente Peña Nieto.
2) Afianzó a Gustavo Madero en el liderato del PAN; de lo contrario ya tendría que ir recogiendo sus cachivaches del edificio de la Colonia del Valle.
3) Aseguró también a Jesús Zambrano en la jefatura nacional del PRD.
4) Y a ambos líderes opositores como las cabezas del Pacto.
Si “Kiko” Valdés de la Madrid, candidato de la alianza PAN-PRD y otros partidos hubiera perdido el gobierno de BC, casi seguramente se tambalearía el Pacto, porque las corrientes internas en esos partidos están contra dicho instrumento de negociación política, y se cree fundadamente que retirarían de éste a Madero ya Zambrano, que lo impulsan.
Pero no lo logrará ni la descarada injerencia de algunos gobernadores priístas en los comicios contra el adendum del Pacto, como Rubén Moreira (Coahuila), Javier Duarte (Veracruz), Rodrigo Borge (Quintana Roo) y Miguel Alonso Raya (Zacatecas).
De ahí que la victoria opositora le haya agradado a EPN, pues seguirá contando con el Pacto para lograr las reformas estructurales que tanto reclama el país y que son medios indispensables para que la administración peñista impulse a México a salir de sus problemas ingentes.
La derrota en Baja California quizá hasta hubiera hecho rodar la cabeza de Madero, como ansían con vehemencia los calderonistas para tomar las riendas del partido. Madero se revitaminó para buscar la reelección en la jefatura nacional a principios de 2014, si lo desea.
Zambrano, por su parte, también habría quedado muy endeble en el PRD con su corriente de Los Chuchos, la que ahora se afianzó para buscar continuar en el liderato nacional en la elección del año próximo, muy posiblemente con Carlos Navarrete de candidato.
El problema de Fernando Castro Trenti es que es demasiado conocido en BC, para bien y para mal y que hace 6 años, como coordinador de la campaña a gobernador de Jorge Hank Rhon, terminó peleado por cuestiones de dinero con éste, quien no se la perdonó.
Hank pagó todo el tiempo los gastos del comité estatal del PRI, acorde con su tradición familiar priista, y buscó volver a ser candidato a gobernador, pero se prefirió a Castro Trenti, hijo político de Beltrones, uno de los políticos priístas más completos.
Solo que Fernando no le aprendió lo suficiente a su padrino y pretendió saltarse el compromiso con el CEN de ceder las candidaturas a alcalde de Tijuana y Mexicali a Hank para que nombrara a los titulares; al final lo respetó por disciplina, mas la relación Hank-Trenti quedó fracturada.
El ex alcalde de Tijuana y dueño del equipo de Xolos de Tijuana, campeón del futbol mexicano, prestó el estadio de su equipo para el cierre de campaña de Castro y aun asistió; pero bien saben los políticos que Jorge no lo apoyó como se esperaba y fue significativo que su hijo César Hank Inzunza apareciera en mítines del candidato panista Kiko Valdés.
Así pues, BC completará tres décadas bajo la égida panista, el Pacto continuará con beneplácito de EPN, y Gustavo Madero se consolidó como pilar del mismo y como líder panista, junto con su aliado Jesús Zambrano, quien también reforzó su influencia en el PRD.
