De Frente y de Perfil
Ramón Zurita Sahagún
Quintana Roo es conjuntamente con Baja California Sur el estado más joven del país, por lo que los priistas no han ganado los comicios de los últimos 87 años, aunque eso sí, todos los gobernadores han surgido de ese partido.
Y es que hasta que fueron convertidos en estados, sus habitantes pudieron elegir a sus gobernadores, ya que antes eran enviados como gobernadores de los respectivos territorios.
Pero desde finales de la década de los 70, en que Jesús Martínez Ross se convirtió en el primer gobe4rnador electo constitucionalmente, puro priista ha pasado por las administraciones estatales.
Primero fue el mencionado Martínez Ross, le siguió Pedro Joaquín Coldwell (hoy secretario de Energía), más adelante Miguel Borge Martín, Mario Villanueva Madrid, Joaquín Hendricks Díaz, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, todos priistas.
Con todo y las fracturas que ha sufrido el PRI en esa entidad, nunca ha estado en riesgo la victoria en el gobierno estatal.
Sin embargo, en esta ocasión, los opositores al PRI están dispuestos a buscar esa oportunidad de arrebatarles el triunfo, mediante diversos esquemas.
Pretenden conseguir una figura que abandone las filas del tricolor y presentarlo como un candidato común de izquierda y derecha, donde no jugaría MORENA, que iría con su propio candidato.
Tamaulipas representa un mayor riesgo para el PRI que otros estados, por la presencia del crimen organizado.
Hace seis años, la delincuencia organizada actuó en forma cruel, al asesinar al candidato favorito en las encuestas, el priista Rodolfo Torre Cantú y varios de sus colaboradores.
Por la premura de los tiempos electorales y debido a la contingencia presentada, los priistas decidieron postular al hermano mayor de su abanderado, Egidio Torre Cantú, quien ganó por amplio margen, favorecido por la indignación de los electores, aterrorizados por la violencia.
Hoy esa misma violencia le puede provocar una sorpresa a los priistas, ya que la ciudadanía está harta de que sus gobernantes no le respondan en ese terreno.
Egidio resultó un fracaso como gobernante y la inseguridad y la violencia se aposentó en la entidad, manteniendo y hasta aumentando los niveles de criminalidad en los más de cinco años de gobierno del priista.
Los panistas ya definieron a su candidato en la persona del senador Francisco García Cabeza de Vaca, quien ya venció a los priistas en la disputa de un escaño en los comicios del 2012, con todo y el factor Peña Nieto a favor de los priistas.
Tamaulipas ha sido devastado por los grupos delincuenciales que operan en diversas regiones de la entidad y que siembran terror, muerte, extorsiones y todo tipo de operaciones fuera de la ley.
De esa región gobernada siempre por priistas salieron los grupos conocidos como los Z y el Cártel del Golfo que se expandieron hacia otras zonas del país.
Los electores deberán definir en las urnas si usan la estrategia del voto para continuar favoreciendo al partido tricolor o si optan por darle la oportunidad a una administración surgida de otras siglas.
En Tamaulipas, los opositores pretenden ir en alianza con un candidato común, para trata de derrotar al abanderado del PRI, aunque esa alianza llevaría a un militante del PAN a la cabeza.
Veracruz es la joya de la corona de los doce gobiernos estatales en disputa, donde unos y otros harán todo lo posible por ganar en las urnas o hasta en tribunales.
Se espera una contienda sumamente cerrada, donde los priistas apostaron por su mejor carta, representada por el senador Héctor Yunes Landa y los panistas que irán en alianza con el PRD proponen a otro Yunes, Miguel Ángel, primo hermano del primero.
Yunes contra Yunes será la contienda que envuelve mucho más que el triunfo, el futuro del actual gobernador se encuentra en entredicho, ya que de ganar el candidato de la alianza opositora mantiene la promesa de ir con todo contra la administración de Javier Duarte de Ochoa e intentar ampliarla hasta el anterior gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Es una carrera de odio la que sigue Yunes Linares contra los gobernantes priistas de Veracruz.
Yunes Landa mantiene la oferta de auditar y revisar cuentas y mantiene un distanciamiento con el gobernador Duarte de Ochoa.
Gane uno u otro, Duarte de Ochoa sabe que no serán los mejores días para él, en cuanto deje de ser gobernador.
Pero para los altos mandos priistas, lo que menos importa es el futuro del actual gobernador, ya que saben que es más importante mantener la plaza, por todo lo que conlleva.
Veracruz es uno de los feudos priistas desde hace 87 años, aunque los dos últimos resultados electorales le favorecieron al PRI por muy poco.
En 2004, Fidel Herrera Beltrán ganó al entonces panista (renunció al partido hace mucho), Gerardo Buganza Salmerón por poco más de un punto porcentual. El priista alcanzó 971 mil sufragios por 936 mil obtenidos por el panista que fue solamente como candidato de su partido. Un factor importante que favoreció al PRI fue que Dante Delgado, candidato de la izquierda obtuvo 784 mil votos.
Seis años después, Javier Duarte de Ochoa como candidato del PRI venció a Miguel Ángel Yunes por menos de tres puntos porcentuales. Duarte de Ochoa obtuvo una copiosa votación de un millón 356 mil sufragios, mientras que el panista Yunes logró un millón 277 mil votos y el candidato de la izquierda vio disminuidos sus votos, al tener solamente 400 mil, casi la mitad de los obtenidos seis años antes.
Ahora la disputa se advierte igual de cerrada y el cinco de junio será la fecha para conocer si hay o no alternancia en los doce estados.
Email: [email protected]
Email: [email protected]
