Aunque Pese
Salvador Martínez G.
En poco más de cien días habrán de desarrollarse los comicios para elegir a los nuevos gobernadores del Estado de México y Coahuila, y por lo que se advierte todo parece delinearse para dividir triunfos entre el partido en el poder y la oposición, en estos casos representada básicamente por el PRI.
En el Estado de México, apreciada como la Joya de la Corona, la contienda electoral favorece a Delfina Gómez, candidata de Morena, Partido Verde y PT, de acuerdo con todas las encuestas, por más de los esfuerzos del priismo que impulsa a Alejandra Del Moral, que en el cierre de campaña logró aglutinar importantes grupos a su favor.
No obstante, el priismo enfrenta obstáculos serios para alcanzar la victoria. En primer lugar, los vetustos y desprestigiados liderazgos que apoyan a la abanderada tricolor, como los exgobernadores o los aspirantes a candidatos presidenciales que representan una imagen de derrota anticipada.
Otro obstáculo es la ausencia de apoyo político por parte de Enrique Peña Nieto, expresidente de la República, y también exgobernador del estado, quien ya pintó su raya en torno a las campañas electorales estatales.
Y por último está el escoyo de la “sana distancia” marcada por el actual gobernador Alfredo Del Mazo, quien al parecer no meterá las manos al fuego por del Moral, a pesar de haber sido el quien la impuso como candidata, quizá nacida para perder.
Se afirma que Del Mazo buscará cerrar en santa paz su sexenio y no confrontado con el gobierno federal con el objetivo de no ser buscado judicialmente por excesos en su administración.
En Coahuila la situación es muy diferente desde la postulación en solitario por Morena de Armando Guadiana, mientras que el PT lleva de abanderado a Ricardo Mejía Verdeja y el Partido Verde a Lenin Pérez Rivera, la división sólo favorece al aspirante priista, Manolo Jiménez Salinas.
Además, Manolo como popularmente es conocido en Coahuila, va impulsado también por la Coalición Va por México, esto es PAN y PRD. Así se ven las cosas.
SUSURROS
No suena descabellada la postura de México de solicitar a Estados Unidos terminar con el bloqueo a Cuba si se toma en cuenta el nuevo mapa político de América Latina donde Brasil, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Chile, Honduras y Venezuela, mantienen regímenes de izquierda.
Estados Unidos no cederá a la primera, pero bien podría ablandar las condiciones del bloqueo económico a Cuba que le impide alcanzar un sano desarrollo social y productivo a la isla.
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