Yo Campesino
Miguel A. Rocha Valencia
Lo que se diga de José Nelson Murat Casab en cuanto a posesiones y lo que se robó durante su mandato en Oaxaca, será poco. Tampoco hay porqué asombrarse del reciente “descubrimiento” de sus lujosas propiedades en Nueva York, si como gobernador fue denunciado públicamente, lo mismo a través de medios de comunicación como por la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados.
Justo cuando frisaba el cuarto y quinto año de su administración que corrió del primero de diciembre del 98 a noviembre 30 de 2004, se publicó el atraco al presupuesto que realizó especialmente en partidas federales.
Se afirmó y comprobó que no menos de ocho mil millones de pesos fueron escamoteados por Murat Casab en “sólo” dos años de las partidas presupuestales federales destinadas a educación y programas sociales. Amén de que en ese tiempo para acallar las voces disidentes, sobre todo magisteriales, otorgó concesiones de transporte y otros negocios a la sección 22 del SNTE, que hoy es parte de la coordinadora del Magisterio la cual, por ello cuenta con recursos propios para sus movilizaciones.
Antes de él, Heladio Ramírez López les otorgó ¡10 mil plazas! “se necesitaran o no”, pero que en efectivo representan más de 60 millones de pesos mensuales.
Total que en esos tiempos, especialmente 2003, la misma Auditoría Superior de la Federación determinó la existencias de “irregularidades” en la aplicación de los recursos en programas sociales, integrándose una comisión de diputados federales para acudir a Oaxaca e “investigar”.
Allá, el congreso local se negó a entregar información y a exigir al gobernador Murat los datos, alegando la autonomía estatal. La comisión legislativa federal regresó con cajas destempladas. Paralelamente el diario unomásuno, envió a sus reporteros a indagar. El entonces procurador del estado Sergio H. Santibáñez negó toda información al respecto y los periodistas fueron demandados por el “señor gobernador” en la ciudad de México.
Reportera y director del diario, fueron citados en el DF acusados de daño moral por Murat Casab. En la ciudad de México, el Ministerio Público cómplice vejó y obligó a los periodistas a desnudarse durante su comparecencia. Finalmente la demanda no procedió y nadie se atrevió a investigar al gobernador quien por cierto, utilizó a la Coordinadora del Magisterio para invadir a medios de información estatales que se atrevieron a criticarlo o denunciarlo.
Fue Murat Casab, hombre de “horca y cuchillo”, violento, conocido por sus excesos con el alcohol, sus nexos con grupos guerrilleros, de sus alianzas con la Coordinadora y de sus inversiones en establecimiento de muchos negocios de construcción, teniendo como socio y prestanombres a su director de Comunicación Social, pero nada le pasó y más tarde, ungido como diputado, amenazó con salir del PRI si no le daban el cobijo de continuación de impunidad; se la dieron y a su hijo, lo premiaron también.
Por eso la sección 22 de la Coordinadora del Magisterio que hoy invade de nueva cuenta la ciudad de México y se apodera de su principal avenida, al estilo Andrés López Obrador tiene recursos para viajar, adquirir cientos de casas de campaña individuales y colectivas, comida, acceso a servicios y diversión sin importarles los niños que dejan abandonados sin instrucción, pero a quienes les “enseñan” el camino del activismo como forma de vida, pero que en nada ayuda a mejorar las condiciones de Oaxaca, uno de los estados más pobres y retrasados.
Oaxaca es entonces, botín de sátrapas como José Murat quien seguramente se carcajea desde Nueva York de las denuncias que no procederán en su contra, en tanto los de la sección 22 de la CNTE, vuelven a dislocar la ciudad de México en su acción chantajista para mantener y acrecentar sus canonjías.
