José Vilchis Guerrero
Al revivir la polémica de la solicitud al gobierno español de pedir perdón por las atrocidades cometidas durante la Conquista, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó que el Rey de España Felipe VI no tuvo la delicadeza de responder la carta que le envió hace dos años.
Surgió el tema a pregunta específica y petición del reportero Alberto Peláez, corresponsal por muchos años de Televisa, quien dijo sentirse mexicano, casado con mexicana e hijos mexicanos, de cómo restablecer las relaciones de México con España por esos motivos históricos.
El jefe del Ejecutivo respondió que es buena la relación con el pueblo de España, aunque existen diferencias con el gobierno y la cúpula empresarial de ese país, debido actos de corrupción que se cometieron con la complicidad de los ex presidentes Fox, Calderón y Peña Nieto.
Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, López Obrador leyó la carta que envió al Rey de España en 2019 y al mismo tiempo a su Santidad el Papa Francisco, a quien le pidió que la jerarquía hiciera lo mismo por agravios cometidos.
“No tienen ni siquiera la delicadeza de responderla, la filtran y empiezan los ataques a mi persona y al gobierno, de autoridades, de intelectuales pro monárquicos, Vargas Llosa, y escritores, la prensa, El País, programas de radio y televisión burlándose de por qué tenían que pedir perdón”.
El primer mandatario explicó que durante el periodo neoliberal en México las empresas españolas abusaron porque vieron a nuestro país como tierra de conquista por lo que se dedicaron a saquear y a robar, como lo hicieron las empresas Repsol e Iberdrola.
López Obrador describió las atrocidades de los conquistadores españoles y sobre todo Hernán Cortés, quien incluso fue juzgado en España por los abusos cometidos en la Nueva España, donde asesinaron a Cuauhtémoc, el último gobernante azteca.
Luego refirió los abusos durante los 3 siglos de la Colonia en que se implantó una religión y un idioma sin tomar en cuenta la cultura de los pueblos conquistados y los posteriores agravios que se cometieron por españoles hasta los anteriores sexenios.
“Tenemos casos como el de Repsol, con contratos jugosísimos, muy buenos para ellos, muy malos para la hacienda pública de México; el caso de OHL, una empresa constructora preferida por el gobierno”.
Pero el caso más ofensivo es el de Iberdrola, que se convirtió en un monopolio y controla el mercado eléctrico del país, pero además, dijo, tuvo la audacia de contratar a Georgina Kessel, secretaria de Energía y al ex presidente Felipe Calderón para su consejo de administración.
Sin embargo, ahora España es el segundo socio comercial de México luego de Estados Unidos, a través de la banca, con cuyos directivos tiene buena relación, como con Ana Botín, CEO de Santander. Los empresarios saben que se pueden hacer negocios legales.
