Juan Chávez
Abunda el circo, la maroma y el teatro en los presidenciables de los tres frentes.
Hay fantasmas que como el de Canterville del afamado escritor irlandés Oscar Wilde, ya no asustan a nadie y sí se asustan al ver reflejadas sus imágenes en el espejo.
Hay un fantasma que me deja con el ojo cuadrado. Es el “fantasma fiscal” que Meade le restregó en pleno rostro a López. Y digo tal cosa porque el candidato del frente Todos por México, como secretario de Hacienda supo que el tabasqueño no pagaba impuestos, que movía dinero a caudales en efectivo y que no tiene antecedentes en ningún banco ni institución financiera.
Un fantasma de tal envergadura sólo existió y existe por tolerancia de esas autoridades hacendarias y fiscales que encabezó el destacado alumno del IAM y amigo-hermano de Luis Videgaray, también titular de la SHCP antes de ser designado canciller.
Decirlo ahora es como aventarse mil capiruchos con el balero, tener la cuerda enroscada hasta el límite y ver que no pasa nada.
Así, con el “fantasma fiscal”, Meade no gana más preferencias electorales. Diría que el 99 por ciento de los votantes no entendieron esa pretendida descalificación que le colgó al morenista.
El otro fantasma de la ópera electoral, Anaya, tampoco pierde el sueño por obcecaciones de pintarlo como triangulador y lavador de dinero ilegal. No parece, por lo menos hasta ahora, que la PGR se eche el trompo a la uña y solicite de un juez orden de aprehensión contra el aspirante de Por México al Frente.
Un paso así los convertiría en mártir. Sí señor, en ¡mártir!
En la PGR funciona como encargado del despacho, desde que Raúl Cervantes renunció, Alberto Elías Beltrán que en tal tesitura no ha sido ni propuesto ni aprobado por el Senado. Pareciera que se trata de otro fantasma.
Así, entre fantasmas, corre el proceso electoral en la fantasiosa e inventada fase de inter campañas.
Oscar Wilde los barajaría como un solo fantasma: el de la desesperación porque el candidato no priista que el PRI acogió por no tener cartas propias solo ha servido al Institucional como orador único en la celebración del 89 aniversario de su fundación por Plutarco Elías Calles.
Digamos que el propio Meade se ha convertido en el fantasma del PRI.
El antiguo fantasma de Canterville también se reiría de esa “ópera de fantasmas” concebida por la PGR y Meade que le untó el marbete de “fantasma fiscal” al dizque izquierdista López.
