Ciudad de México, 30 de junio.- El Gobierno del Distrito Federal invitó hoy a la población migrante, a refugiados, a población rural, indígena y pueblos originarios, a informarse de la nueva “Tarjeta de Huésped en la Ciudad de México”, con el objetivo de asegurar el ejercicio pleno de sus derechos humanos y el fortalecimiento de sus libertades.
La nueva credencial será un documento que los identifique bajo esta situación, permitiéndoles acceso a los programas sociales del Gobierno de la Ciudad de México. Asimismo, servirá para integrar un padrón institucional y conocer las necesidades de la sociedad para rediseñar los programas conforme a cada sector.
De acuerdo con información proporcionada por la Sederec (Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades), de 2010 al 2012 se brindaron servicios de albergue y apoyo alimentario a 12 refugiados, de los cuales 10 son hombres y 2 son mujeres; 4 son originarios de Nicaragua, 2 de Congo y de El Salvador, Ghana, Sierra Leona, China, Honduras, y Hungría, uno respectivamente.
En 2013 se han atendido a 22 refugiados -15 son hombres y 7 mujeres-, de los cuales 6 son provenientes de El Salvador, 4 de Guatemala, 4 de Honduras, 2 son de Perú y de Argentina, Colombia, Congo, E.U.A, Haití y Nicaragua, uno respectivamente.
En esta misma dirección de establecer bases precisas de coordinación en materia de refugiados, el Gobierno del Distrito Federal y la Secretaría de Gobernación firmaron el Convenio de Coordinación en Materia de Asistencia Institucional a Solicitantes de Reconocimiento de la Condición de Refugiado y Extranjero.
Este acuerdo permitirá desarrollar políticas públicas conjuntas que apoyen a los extranjeros que soliciten la condición de refugiados, otorgándoles protección complementaria, además de beneficios del sector salud como medicamentos y atención en todas las clínicas de la ciudad.
Por su parte, el titular de la Sederec, Hegel Cortés Miranda, informó que con la instalación del Centro de la Interculturalidad de la Ciudad de México, se visibilizará toda la riqueza humana de los pueblos originarios, comunidades indígenas y de las personas provenientes de otras nacionalidades, sin importar su condición de migrante o refugiado.