Francisco Gómez Maza
Análisis a Fondo
· ¡Mucho cuidado, doctora Victoria Rodríguez Ceja!
· Su trabajo es mantener una inflación baja y estable
La gobernadora del Banco Central – el Banco de México-, la doctora Victoria Rodríguez Ceja, de repente debe de sentirse frustrada porque es muy difícil cumplir con la principal tarea de la institución: el objetivo prioritario del Banco de México es mantener una inflación baja y estable y la realidad se resiste a obedecer cualquier táctica para que los precios de los bienes y servicios que se ofrecen en la Economía no rebasen la capacidad de la demanda, primordialmente la de los asalariados y los pobres en situación de desempleo y, por tanto, sin capacidad de compra y muchísimo menos de ahorro. Siempre la inflación es mala compañera, particularmente de las mayorías de esos ciudadanos que, en el lenguaje de los economicistas son llamados los consumidores, chocante sustantivo que los equipara a los gusanos que se atragantan de muchos alimentos humanos. La verdad es menos denigrante llamarlos demandantes.
La economía mexicana ha venido mostrándose exitosa frente a las economías de las grandes potencias económicas, sobre todo Estados Unidos de Norteamérica, de la cual la economía mexicana es su principal socio por encima de la República Popular China, una gran potencia que amenaza con imponerse a la estadounidense, La fortaleza del llamado súper peso es lo que más emociona a los importadores de bienes y servicios, aunque no tanto a los exportadores. Muchas variables, por no decir la mayoría, son positivas para la economía local. Sin embargo, la inflación es la loca de la casa que se resiste a portarse bien, en favor de la inmensa mayoría de los mexicanos, porque atenta contra una buena alimentación, un vestido apropiado para las inclemencias del tiempo, una capacidad para destinar equis porcentaje del ingreso para el ahorro y unas vacaciones reparadoras de las fuerzas físicas y espirituales.
Y es aquí donde las autoridades monetarias, encabezadas por la doctora Rodríguez Ceja están obligadas a poner toda su atención, y aplicar una política monetaria realista pero que propicie condiciones para que los índices de precios en la economía no se desborden porque, si se desborda como las presas hidráulicas en tiempos de aguas entonces la economía entra en graves problemas. Claro que los incrementos al salario, decididos por las autoridades hacendarias en lo que va del sexenio del odio de las derechas, coadyuvan a que las mayorías puedan enfrentar las carestías de los productos de primerísima necesidad. Las autoridades monetarias deben lograr, precisamente aplicando una política monetaria congruente con la realidad, que el proceso inflacionario se modere. En la primera quincena de este abril la inflación, medida por el índice nacional de precios al consumidor, creció 4.63% anual; 4.37 por ciento anual en la segunda quincena de marzo (263 milésimas de punto porcentual), según los indicadores del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
Al interior de la inflación general, la inflación subyacente creció 4.39 por ciento anual en la primera mitad de abril, la tasa más baja desde la primera quincena de mayo del 2021. La inflación no subyacente se incrementó 5.38 por ciento anual, cuando al cierre de marzo había aumentado 4.23 por ciento. La de los servicios aumentó 5.21 por ciento anual, cuando en la segunda quincena de marzo había crecido 5.17 por ciento. Entre los precios de los servicios, también en la subyacente, los precios de del corte de cabello, 0.72 por ciento, y los servicios profesionales, 0.70 por ciento. En las mercancías se reportó una inflación anual de 3.72 por ciento anual en la primera quincena de abril, su tasa más baja desde el cierre de diciembre de 2019. Sin embargo, las mercancías alimenticias mostraron una inflación de 4.85 por ciento anual y las no alimenticias de 2.38 por ciento. De la no subyacente, los precios de los agropecuarios reportaron una inflación de 6.98 por ciento anual, desde 5.14 por ciento al cierre de marzo. Y los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, se registró una inflación de 4.01 por ciento anual en las primeras dos semanas de abril, con lo que ligó cinco periodos acelerándose.
El gas doméstico LP tuvo un incremento quincenal de 1.09 por ciento; la gasolina de alto octanaje, de 0.45 por ciento, y la gasolina de bajo octanaje de 0.25 por ciento.
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