Mensaje Político
- El Pacto por México, de por medio
Alejandro Lelo de Larrea
Al tiempo que el PREP en Baja California empezaba a arrojar los primeros datos que daban ventaja el candidato del PAN-PRD, Francisco Kiko Vega, el gobierno estatal inició una operación política cuyo objetivo es que en la mesa se decida la derrota del abanderado del PRI, Fernando Castro Trenti, incluso con el aval del gobierno federal, con tal de que sobreviva el Pacto por México.
Parece no haber duda de que esta confusión, esta falta de una tendencia confiable sobre el resultado fue políticamente deliberada, porque existen más de 20 años de experiencia en ejercicios estadísticos como el PREP, exit polls y conteos rápidos, que dan certidumbre la misma noche de la elección, y esta vez todos fallaron.
A raíz de la caída del sistema en la elección presidencial de 1988, cuando a la mañana siguiente no había tendencias confiables y ante la confusión el régimen negoció con las fuerzas políticas, económicas y sociales para permanecer en el poder, hubo cambios significativos a los procesos electorales.
Para los siguientes comicios federales, 1991, se creó un sistema que bautizaron como Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), cuyo principal objetivo es que se transparentara el cómputo inicial de las actas de votación, a fin de ofrecer certidumbre al resultado, de legitimar al vencedor.
También comenzaron a levantarse importantes ejercicios estadísticos, no sólo por parte de las autoridades electorales, sino de instituciones académicas y medios de comunicación, conocidos éstos como exit polls (encuestas de salida) y conteos rápidos. Los primeros son menos precisos porque dependen de la respuesta honesta de la gente (lo que no siempre ocurre) inmediatamente después de votar. En tanto, los segundos son bastante precisos, incluso a veces más que el PREP, debido a que se realizan con los resultados de una muestra representativa de las casillas de la elección.
Hoy, 22 años después, resulta que nada de esta experiencia estadística funcionó en Baja California, pues tanto el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, como el del PAN, Gustavo Madero, anunciaron el triunfo de sus respectivos candidatos, Fernando Castro Trenti, del tricolor, y FranciscoKiko Vega, del PAN-PRD.
Ninguno de los dos dirigentes partidistas ofreció una base de datos seria que demostrara al menos que había una fuente estadística para declararse ganador. Ninguna institución ni medio de comunicación hizo un exit poll y menos un conteo rápido de esta elección de gobernador, ni siquiera que hubiesen anunciado un to close to call (el resultado es demasiado cerrado para declarar ganador). Nada de eso.
La percepción del PREP
Se esperaba que el PREP fuera dando certidumbre al resultado. Y así pareció, al menos hasta las 01:10 horas tiempo local de Tijuana (03:10 hora del centro), en que el Programa registraba una ventaja consistente del candidato del PAN-PRD, con un mínimo de 3%, por sobre el abanderado del PRI. Esta tendencia también indicaba que el PRI ganaría 9 de los 17 distritos electorales, mientras que el PAN-PRD lo harían en 8. Además, nos decía que el PRI aventajaba las alcaldías de Ensenada, Tijuana y Tecate, mientras que el PAN-PRD iba arriba en Rosarito y Mexicali.
Pero no, el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Baja California dijo que se habían detectado inconsistencias algorítmicas en el PREP, por lo que su resultado no sería reconocido por parte de la autoridad electoral. Los 6 millones de pesos que pago el IEPC a la empresa Proisi para el cómputo preliminar, literalmente, se fueron a la basura, y el resultado quedó en el aire.
Es decir, hoy la tendencia del resultado electoral puede determinarse en quién tiene mayor credibilidad, si César Camacho o Gustavo Madero, con un pequeño dato perceptivo adicional: el resultado del PREP no avalado que, con el 97% de las casillas computadas, arroja una ventaja de 47.15% para Kiko Vega por sobre el 44.15% de Castro Trenti.
El PREP, así sea descalificado, ya generó una percepción de que la alianza PAN-PRD ganó o va a ganar.
Esta percepción es el principal argumento que están utilizando el PAN-PRD, Gustavo Madero y KikoVega (incluso también el actual gobernador José Guadalupe Osuna Millán) para atraer a los grupos de poder que apoyaron la campaña de Castro Trenti, y darles una “última oportunidad” de que se suban al “carro ganador”, que es el panista-perredista.
Sin duda, en esta estrategia de negociación, el PAN-PRD, Madero y Kiko Vega cuentan con el apoyo del gobierno federal, por acción o por omisión, pues si esta gubernatura pasara a manos del PRI significaría el fin del Pacto por México, y por lo tanto la no aprobación de las principales reformas del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Así, más allá de lo que los electores de Baja California hayan decidido en las urnas, (de lo cual hay absoluta confusión), el recuento de la elección de gobernador se está realizando en la mesa, en negociaciones, y se hará oficial el cómputo el próximo miércoles (como lo marca la ley), con toda seguridad con Kiko Vega como el vencedor.
Posdata: Cuando ayer le levantaron el brazo a Fernando Castro Trenti como ganador de la elección de gobernador de Baja California, no estuvo presente su padrino político, el diputado Manlio Fabio Beltrones, un político siempre muy bien informado. ¿Qué sabría Beltrones que lo llevó a tomar tal decisión?
