Tras la puerta del poder
- Las cifras de pobres en México prácticamente no han cambiado en los últimos 20 años
- Videgaray y Rosario Robles advierten que sólo con crecimiento podrá revertirse la tendencia
- Peña Nieto presentará las reformas hacendaria y energética en los primeros días de septiembre
Roberto Vizcaíno
Las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, coloquialmente conocido como “el Coneval”, son contundentes:
De 2010 al 2012, la pobreza en México pasó de 52.8 millones de mexicanos a 53.2 millones.
Eso significa que en los dos últimos años del gobierno del panista Felipe Calderón 500 mil mexicanos se sumaron a los pobres ya existentes.
Sin embargo en ese mismo lapso la pobreza extrema disminuyó de 13 millones de ciudadanos a 11.5 millones.
Al dar a conocer ayer su última evaluación, los consejeros del Coneval encabezados por su secretario ejecutivo, Gonzalo Hernández Licona indicaron que de los 117.3 millones de mexicanos reportados por el Inegi en su último censo, 33.5 millones más se encuentran en situación de “vulnerabilidad” por carencia social, es decir, son susceptibles de pasar al nivel de pobreza en cualquier momento.
El reporte dejó en claro que sólo 23.2 millones del total de los 117.3 millones de mexicanos que hay en el país, ni son pobres, ni se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
Es decir, sólo el 19.8 por ciento del total de la población no sufre de ninguna carencia social ni económica.
Eso significa que el resto, el 80.8 por ciento de los 117.3 millones de mexicanos sí se encuentran o en pobreza extrema, o en pobreza, o con algún grado de vulnerabilidad.
Las recomendaciones de los consejeros del Coneval al gobierno de Enrique Peña Nieto, es que oriente todos sus esfuerzos a alcanzar un mayor crecimiento porque la única forma de romper con la inercia de la pobreza en todos sus niveles, es generando un crecimiento económico sostenido que repercuta en mejores salarios y en mayor niveles de bienestar.
5 CON MÁS POBRES
Durante su exposición, los consejeros del Coneval señalaron que entre las 32 entidades del país, las que tienen más pobres entre su población son, en este orden: Chiapas con un 74.7 por ciento de pobreza; Guerrero, con un 69.7 por ciento; Puebla, con un 64.5 por ciento; Oaxaca, con un 61.9 por ciento y Veracruz, con un 52.6 por ciento.
5 CON MENOS
A su vez sus investigaciones indicaron que los estados con menos pobres son, en el siguiente orden: Nuevo León con apenas 23.2 por ciento; Coahuila, con 27.9 por ciento; el DF con 28.9 por ciento; Sonora con un 29.1 por ciento y Baja California sur con el 30.1 por ciento.
CRECIMIENTO vs POBREZA
Al comentar este informe del Coneval, los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray y de Sedesol, Rosario Robles, concluyeron que el reporte deja en claro al menos 4 cuestiones básicas:
1) Que los porcentajes de la pobreza se ha mantenido casi intocados en un 45 por ciento en promedio durante los últimos 20 años en México.
2) Que los programas asistencialistas con transferencia directa mensual-anual de miles de millones de pesos a las poblaciones más necesitadas, han sido solo meros paliativos y no han logrado revertir la pobreza.
3) Que si no se reorientan estos programas con una nueva visión dirigida hacia la productividad, la pobreza persistirá como hasta ahora en el país.
4) Y que la única forma de contener y revertir la tendencia de la pobreza, es a través de un crecimiento económico alto y sostenido a través de muchos años, crecimiento que sólo puede alcanzarse “si nos atrevemos” a sacar adelante las reformas Hacendaria y Fiscal y la Energética y la Financiera.
Luis Videgaray precisó que ni el Progresa del tiempo de los presidentes priístas Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, ni su transformación en Oportunidades en las administraciones panistas de Vicente Fox y de Felipe Calderón, con sus miles y miles de millones de pesos aplicados a ellos, lograron modificar en nada los indicadores de la pobreza en el país.
De ahí que en la naciente administración de Peña Nieto exista la convicción de que se tenga que ir a potenciar el crecimiento económico, manteniendo la estabilidad macroeconómica y reorientando los programas hacia la productividad.
Videgaray señaló que otro de los aspectos que ha quedado evidenciados en el análisis de la evaluación de Coneval, es que no existe otra cosa que dañe más a la sociedad y produzca más pobres, que el estallido de las crisis económicas y financieras.
Las curvas de crecimiento de la pobreza se dieron con mayor intensidad durante las crisis de finales de 1994 e inicios de 1995 –por el llamado error de Diciembre cometido por el presidente Ernesto Zedillo-, y la de 2008 y 2009 que vino del exterior.
El secretario de Hacienda consideró que en estos momentos existen las condiciones para darle la vuelta a esta tendencia de la pobreza y comenzar a reducirla y por ello el presente Gobierno buscará atender cualquier volatilidad o amenaza que pudiera derivar en otra crisis.
En especial se mantiene una atención, dijo, sobre la volatilidad de los precios de los productos de la canasta básica, que son los que dañan a quienes menos tienen.
Es por ello que ahora mismo existe un trabajo conjunto de la secretaría de Agricultura, la de Sedesol y la de Hacienda para establecer mecanismos a fin de darle mayor estabilidad a los precios de los productos básicos y disminuir a la ves la inflación.
REFORMAS EN SEPTIEMBRE
Videgaray indicó luego que apenas inicie el siguiente período de sesiones del Congreso y el presidente Enrique Peña Nieto presentará las iniciativas de reforma Hacendaria y Fiscal y la Energética esenciales para lograr al crecimiento económico que reclama México.
A su vez Rosario Robles, titular de Sedesol, destacó que esta es la primea vez que se da una respuesta a las evaluaciones de Coneval, con las cuales está de acuerdo el Gobierno.
Hoy los resultados de estas avaluaciones le indican al Gobierno que se debe dejar atrás las políticas asistencialistas para reorientar los programas sociales hacia una productividad democrática.
Hay que romper con el paradigma de que los pobres no tienen potencia productivo y sólo pueden vivir de los subsidios, indicó.
“Los subsidios, está demostrado, no modifican la condición estructural de la pobreza, quizá la contienen, la aminoran, pero no la modifican…
“Por eso vamos a rediseñar los programas sociales sobre todo para darles una inclusión productiva, para demostrar que los pobres si pueden ser productivos, para que todos tengan la capacidad de generar su ingreso a partir de su propio potencial y capacidad y vocación… “, indicó.
En fin, todo un reto que al parecer ya tienen claro cómo enfrentarlo.
