La decisión es un reconocimiento tardío de que la guerra contra las drogas en México ha sido un verdadero fiasco. La Iniciativa Mérida, un plan de la era Bush para atacar a los cárteles en México y reducir el tráfico de drogas prohibidas hacia el mercado estadunidense comenzó en 2008. El congreso ha asignado $1900 millones de dólares provenientes del presupuesto federal durante los últimos cinco años, dirigidos principalmente al fortalecimiento de las fuerzas de seguridad mexicanas. Desde que la guerra contra las drogas fue lanzada y las fuerzas armadas desplegadas para combatir a los cárteles, la tasa de homicidio en México se disparó 150%, entre 2006 y 2012.
Sin justificación
A finales de agosto el Departamento de Estado pidió al comité otorgar $229 millones asignados a la Iniciativa Mérida en el presupuesto de 2012. Al comienzo, Leahy decidió detener todo el monto, luego de recibir una explicación de sólo dos páginas y media del Departamento de Estado que él consideró que no describía adecuadamente usos y objetivos.
En abril, el comité liberó $134 millones, pero retuvo el resto condicionado a mayor información del Departamento de Estado y del gobierno mexicano acerca de cómo se emplearía el dinero, cuáles serían los objetivos y cómo los recursos llevarían a la consecución de tales objetivos.
Desde entonces, ninguno de los gobiernos ha esclarecido públicamente a sus respectivos congresos el estado de la cooperación en la guerra contra las drogas o hacia dónde la pretenden dirigir.
El anuncio del jueves confirma el congelamiento de los fondos y obliga a ambos gobiernos a definir una estrategia conjunta que muestre alguna evidencia de viabilidad.
Uno de los principales asistentes de Leahy, contactado poco después del bloqueo, resumió la razón detrás de la suspensión de la ayuda: “Recibimos menos de tres páginas de explicación. El Senador Leahy no autoriza un cuarto de mil millones de dólares sólo porque sí.”
Desde sus orígenes de la administración Bush como un proyecto “contra narcóticos, contraterrorismo y de seguridad fronteriza” (según un documento filtrado de 2007, que hasta la fecha presenta la descripción pública más detallada), el antes llamado “Plan México”, ha provocado críticas en el Congreso y en el público debido a la falta de transparencia y estrategia.