Rompecabezas
Abel Luna
- Casi en la parálisis
- Prueban al Gabinete
EL PAIS ESTÁ a punto de la parálisis, y parece que quienes tienen las obligaciones en los tres niveles de gobierno, en el Congreso de la Unión, así como en diferentes grupos empresariales todavía no aciertan al encuentro de la mejor salida, que conlleven la aplicación de decisiones decisivas para el repunte de todas las áreas productivas yendo más allá de los discursos. Los planeadores de la res pública persisten en el bombardeo de spots en radio y televisión, fingiendo que México va bien y que quienes habitamos en estas tierras estuviésemos cerca del paraíso; nada más falso y alejado de la realidad.
¡Señores, ya basta! Los hechos rebasan a sus buenas intenciones, de seguirse cubriendo en oficinas con muebles de caoba, grupos de guardaespaldas y grandes recursos económicos para su goce personal. Baste una muestra, el gobierno federal, y de ello ciertamente deben saberlo el presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, se han dejado de ejercer 19 mil 290 millones de pesos y gran parte de ello ha repercutido, sin ninguna duda, en el descenso de la actividad económica de 5.2 por ciento en el año 2010 a 1.8 por ciento en lo que va del año. Recursos presupuestales que han impactado en ese detenimiento de los diversos sectores económicos.
En otro lado de la parálisis nacional, el panorama es tan preocupante que falta ver de qué manera resolverán no sólo la economía; voltear la cara a otro lado de ninguna manera resolverá los crecientes problemas. Por ejemplo la generación de empleos -soslayada una y otra vez por los privilegiados grupos empresariales- ya que desde el desmantelamiento del sector paraestatal con Miguel de la Madrid, profundizado con Carlos Salinas de Gortari, hasta la profundización de los intereses extranjeros con la pesadilla de la docena panista, hoy los cuadros de incertidumbre, desaliento, inseguridad pública (generada en gran medida por el desempleo), y el desasosiego por el incierto mañana proliferan en millones de hogares mexicanos.
UNA DE LAS pruebas más recientes parala medición de las capacidades de quienes deciden en la Federación, fueron los bloqueos de maestros disidentes en las cercanías del aeropuerto internacional de la ciudad de México, alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro y del Senado, y demuestran por enésima ocasión que los llamados “servicios de inteligencia” están siendo rebasados por las decisiones de algunos grupos, como en este caso, han demostrado que se sigue reaccionando a los hechos en lugar de prevenirlos, como sería una de las causas de existencia de esos grupos de análisis en diversas áreas gubernamentales y ello sin abordar la prevalencia del narco sobre los esquemas de (in)seguridad pública.
En estos, como en otros muchos casos, las leyes han sido pasadas por alto, el derecho de las mayorías al libre tránsito, por ejemplo; y pareciera que las indecisiones del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, o la negligencia de sus colaboradores cercanos, y en este tema también debe incluirse hasta al propio titular de Educación, Emilio Chuayffet Chemor; quien, por cierto, parece haber dejado de lado sus mejores recursos que lo distinguieron en el pasado. Ahora, si esto lograron grupos reducidos de maestros disidentes, ya podemos imaginarnos si los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Renovación Nacional se movilizaran en caso de darle curso el Congreso de la Unión a la llamada y anunciada reforma energética. Definitivamente una de las bases de la democracia (¿o ya les olvidó?) es la aceptación de las decisiones de las mayorías y nunca de las imposiciones de grupos minoritarios. Y, que quede claro, no me inclino por el uso de la fuerza sino de la aplicación irrestricta de las leyes. ¿A un año de haber llegado a sus cargos ya no pueden? La propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas de la consulta sobre la apertura o NO del sector energético debería valorarse y no, como está ocurriendo, emitir públicamente respuestas al bote pronto de parte de los funcionarios públicos.
LA CORRUPCION SIGUE avanzando, al parecer sin la menor limitación. En la venta de gasolinas automotrices se difundió hace unos días que los combustibles extraidos ilícitamente son distribuidos entre 8 a 9 pesos por litro -obviamente por redes ilícitas- mientras el consumidor paga 11.58 pesos por la misma cantidad. Por eso la senadora Verónica Martínez Espinoza denunció que las gasolinerías están dentro de un marco legal incierto y parte de ello son las irregularidades en calidad y cantidad de los combustibles vendidos a los consumidores. La legisladora priista destacó que la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) estima que el 10 por ciento de toda la gasolina y diesel que se venden en el país proviene de la ordeña de ductos, robo de pipas y otros ilícitos. Lo anterior, enfatizó, representa “una competencia desleal al fisco y a los más de 10 mil gasolineros que tienen inversiones millonarias y pagan impuestos”. Aunado ello, “las pipas que distribuyen los combustibles de Petróleos Mexicanos (Pemex) tienen faltantes de 300 o 400 litros por cada unidad de 20 mil litros” porque que no se han formalizado ni aprobado las normas oficiales contempladas en la reforma del 2008, que buscan garantizar la calidad y la cantidad que la paraestatal suministra en sus terminales de almacenamiento y reparto. Además, existe el riesgo de desabasto de combustibles en el país porque sólo hay 78 terminales, las cuales no abarcan todos los estados de la República y en ocasiones los propietarios de estaciones de servicio tienen que contratar pipas que deben trasladarse más de mil kilómetros para surtirse.
En este sentido, la senadora Martínez Espinoza demandó al director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, así como a las secretarías de Energía y Economía, a emitir a la brevedad las normas oficiales para la distribución de combustibles y operación de terminales de almacenamiento, a fin de garantizar la calidad y cantidad de la gasolina y diesel que se distribuye en el país
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