Acento
Salvador Flores Llamas
El logro principal de Peña Nieto en el primer informe son los acuerdos del Pacto por México para avanzar en las reformas estratégicas que, por desgracia, las atoró la CNTE, al apoderarse del DF como hace años lo hizo de Oaxaca y otros estados, aunque éstos en menor escala.
Ni el optimismo oficial puede aducir buenas cuentas en la economía en vías de recesión con falta de inversiones, fuga de 53 mil millones de dólares, bamboleo del dólar y la Bolsa de Valores, sectores industriales en apuros, como la construcción, creadora de múltiples empleos, que tanto escasean.
Sin duda la situación deprimida de EU afecta nuestras exportaciones en grado importante, y añadamos nuestro subejercicio presupuestal con serias repercusiones, porque el gobierno es el motor de la economía.
Falta circulante, decrecen empleo y salarios y el pueblo se truena los dedos cada día más, sin sentir que tantas inversiones anunciadas se concretan y reflejan en sus bolsillos.
El mensaje presidencial tendrá afirmaciones como privilegiar el dialogo, la energía y el respeto a la ley, ante los ataques, destrucción y sabotaje de la vida capitalina por la CNTE, que no tiene el mínimo respeto al derecho de los demás y soslaya la sentencia de que el derecho propio llega hasta donde no afecte el ajeno.
Los profes andan por arterias y puntos neurálgicos del DF, ocupan toda la calle, sin ver que impiden el tránsito del pueblo.
¿Cuánta gente llega tarde al trabajo, cuánta es cesada por ello, cuántos vuelos de avión y viajes por carretera se pierden? ¿Cuántos niños llegan tarde a la escuela? ¿Cuántos enfermos se agravan a mueren por su culpa?
Entorpecieron también los trabajos legislativos, causaron destrozos e hirieron a policías en San Lázaro.
Y todavía hay quienes dicen que no debe coartárseles, así provoquen anarquía e ingobernabilidad, que el gobierno debe cuidar como base para el accionar diario de la ciudad y el país.
¿Cuántos turistas evitan visitar el DF y México por su culpa? ¿Cuántos capitales huyeron o no llegaron?
Oaxaca es ejemplo de ello: su economía está por los suelos, y no digamos la educación de los niños, como en Michoacán, Chiapas, Guerrero y Tabasco? Por eso no extraña que tales estados tengan el peor nivel educativo del país, pues sus maistros se llevan la palma.
¿Intentarán también degradar más la educación, el turismo, la economía y la convivencia en la capital? Vale preguntar porque, al parecer, llegaron para quedarse un buen tiempo.
En entrevista por Tv un líder de la CNTE, soltó, como explicación de sus desmanes criminales: “pos es que no nos dejan más OCCIONES”.
Pero ellos reciben su salario. El gobernador de Oaxaca Gabino Cue ordena pagarles en el DF los sueldos y aun bonos que no desquitan, en vez de cesarlos del trabajo que no ejercen, y por 200 días de clases que no imparten, perciben 438 días salariales.
¿Habrá que agradecer a los profes que ahuyenten el turismo y los capitales que vendrían a impulsarlo, pues qué empresas se atreverán a hacerlo en esta nación convulsionada por una mafia que tiene contra la pared a las autoridades?
Si al menos hubiera buenas cuentas en la administración de justicia. Pero se negoció con Francia la libertad de Florence Cassez; se exculpó y devolvieron los bienes incautados a Raúl Salinas de Gortari y liberaron a Caro Quintero antes de cumplir su condena, so pretexto de fallas de procedimiento en su juicio.
O que el combate a la corrupción no hubiera quedado en encarcelar a Elba Esther Gordillo.
Hay líderes impunes enriquecidos: Romero Deschamps, Hernández Juárez, Agustín Rodríguez y ex gobernadores que desvalijaron sus estados: Moreira, Gober Precioso, Ulises Ruiz, Eugenio Hernández y Fidel Herrera, de quien se dice puede ser cobijado con la embajada en Grecia.
Empero debe anotarse que se lanzaron iniciativas audaces (como la “cruzada contra el hambre”, que aún no despega) y ojalá la autoridad no se deje intimidar por los violentos. Los logros no son todos del presidente, de quien se afirma le falta asumir las riendas del país.
Por desgracia éste es el contexto del primer informe, por más optimistas que deseemos ser.
