El Cristalazo
Rafael Cardibna
El coro de los “grillos” no sirvió para nada.
Apenas ayer en esta columna se hablaba de la politiquería en torno de la reelección de Luis González Placencia en la Comisión de Derechos Humanos del DF y esa misma mañana el defensor ciudadano dijo siempre no y con sus honores retiró su petición para repetir en el encargo. Ni modo, cuatro años de comodidad burocrática se fueron por la borda.
Todavía al mediodía de ayer se podía leer esto en la página oficial de la CDHDF:
“Por unanimidad, la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (CDH-ALDF) aprobó el dictamen por el que confirma al doctor Luis González Placencia como Ombudsman capitalino por un segundo periodo de cuatro años más. En septiembre se presentará dicho dictamen al pleno durante el próximo periodo ordinario, para su votación.
“Al respecto, la diputada Dinorah Pizano sostuvo que los derechos humanos en la capital no son botín político de nadie, por lo que se trabajará en su defensa y promoción (voy, voy, diría “El chicote”)…
““La Presidenta de la CDH-ALDF destacó que la decisión de confirmar en el cargo a González Placencia se fundamenta en su trabajo al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y del apoyo de más de 380 organizaciones civiles, académicas, sindicales y públicas de derechos humanos locales e internacionales. Indicó que sólo se recibieron dos opiniones en contra de la ratificación del Ombudsman capitalino”.
“…Durante la entrega de cartas de organizaciones civiles a la CDH-ALDF en las que respaldaron la gestión y continuidad de Luis González Placencia como Ombudsman de la ciudad de México, la Coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir, Aidé García Hernández, aseguró que las instancias firmantes trabajan por un proyecto común: consolidar a la CDHDF.
“Y en este sentido, tiene que ver con que la confirmación de Luis González Placencia contribuye a este trabajo que hacemos de manera histórica las organizaciones defensoras de derechos humanos en la ciudad de México”, dijo…
“…La confirmación de Luis González Placencia también recibió el apoyo de la Delegación de la Unión Europea en México, de la Embajada de Francia y de Suiza en México, del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH).
“También de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala, de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador, de las Defensoría del Pueblo de la República de Panamá, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la Defensoría del Vecino de Montevideo…”
Pero de esto nada valió: los noticiarios repetían ayer esta nota:
“El ombudsman capitalino, Luis González Placencia informó que esta mañana retiró la solicitud que había hecho para ser ratificado en el cargo para un nuevo periodo de cuatro años.
“En conferencia de prensa, en el último día de su permanencia al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), explicó que la decisión responde a la intención de no entorpecer más el proceso de la elección de su sucesor en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF)”.
Obviamente González justifica su paso por la defensoría ciudadana, con una modestia realmente notable:
“En la rueda de prensa (en la cual anunció su retirada) destacó algunos de los casos en los que consideró que la (CDHDF) actúo correctamente (es decir, yo actué correctamente), tales como la supervía, el arraigo; el 1 de diciembre y la defensa de derechos ambientales y laborales. Criticó la información que se ha distinguido sobre su actuar al frente de la Comisión y dijo que es “sesgada y falta”.
“Por el contrario, aseguró que se queda orgulloso y satisfecho de lo logrado en la institución; “le cumplí a la asamblea y a la ciudad”, agregó.
“Informó que a partir de mañana regresará a ejercer actividades académicas.”
Pero mientras el frustrado reeleccionista cruza los jardines de Academo, uno puede sacar algunas conclusiones. Las adhesiones de abajo firmantes no siempre deciden las cosas.
SAINETE
Nunca he creído en el poder pleno de las redes sociales, mucho menos en cuanto a su capacidad transformadora. A veces se reducen a un murmullo ocioso, pero en algunos temas quizá el bisbiseo tuitero; anónimo e irreflexivo, signifique algo.
Encuentro en el diario “Milenio” una pequeña columna en la cual se habla de los mensajes de las redes. Dice:
“Tras la polémica entre Laura Bozzo y Carmen Aristegui, a raíz de que esta cuestionara en su emisión la visita de Laura a los damnificados, Bozzo se mencionó 58 mil 855 veces, mientras que Aristegui 18 mil 997. #FUERALAURABOZZODEMEXICO se mencionó (fue mencionado) en 82 mil 624 ocasiones”.
Más allá de las imprecisiones de la nota (C.A. no cuestionó la visita; denunció un montaje) el dato es indicativo. Pero lástima, la señora (a quien yo en lo personal considero nociva y repugnante) permanecerá en el país y en la pantalla.
En Perú la sacaron del arresto y el escándalo de la alta corrupción cuyo término fue la prisión para Alberto Fujimori. En México no la sacarán de ninguna parte, ni siquiera de su habitual estercolero.
