Tópicos Legislativos
Ignacio Álvarez Hernández
De años atrás el discurso político de PRI y PAN, insiste que México no puede aislarse del mundo, es decir de la globalización, que en materia económica, desde la década de los ’80, ha significado empeoramiento de la distribución del ingreso, mayor desigualdad y exacerbada destrucción del medio ambiente.
La contradicción social más dañina de la globalización, es su impacto en la democracia, como el Tratado de Libre Comercio signado por México con Estados Unidos y Canadá, en el que se venera al mercado como el principio organizador de la actividad económica, que prohíbe al gobierno desarrollar actividades productivas en el sector público, pero limitándolo para regular empresas privadas.
Ello, dicen los expertos, se reflejó en que el gobierno mexicano cayera en una mayor dependencia del país respecto al capital externo, lo cual lo ha llevado a perder su capacidad de regular los mercados financieros o de aislarlos de las vicisitudes de la especulación de la economía mundial, y hoy pagamos las consecuencias, con bajo crecimiento, devastación de campo e industria, y dependencia en todos los órdenes.
Pero, nuestros políticos del capitalismo brutal en el Congreso de PRI, PAN, incluida la convenenciera bancada “verde”, que lo único verde que defiende son los dólares americanos, nos siguen llevando por el mismo camino que, aunque se diga lo contrario, más temprano que tarde, lo único que tendrá “crecimiento”, será la creciente la inestabilidad social.
De ahí, que la globalización sea defendida por PRI y PAN, de forma sesgada, con sumisa apertura a todo lo extranjero, con excepción, de lo que permita la intervención de la justicia internacional, en especial de la Corte Penal Internacional, porque sería, dicen, permitir que la justicia global, interviniera en asuntos interno del país.
Muestra de ello lo ocurrido en Comisiones de Puntos Constitucionales y de Derechos Humanos, en donde las huestes con fuero del PRI de Manlio Fabio Beltrones Rivera y del PAN de Luis Alberto Villarreal García, se opusieron a una reforma al artículo 21 Constitucional para impedir que la Corte Penal Internacional, pueda ejercer acción penal contra los abusos del poder, sobre todo contra quienes cometan crímenes de lesa humanidad.
Así, los priístas que en el discurso se dicen paladines de los derechos humanos, atoraron la reforma que avalaban hasta organizaciones como la ONU, luego que la presidenta de esa comisión legislativa, Miriam Cárdenas Cantú, votó en abstención acorde a la “línea” del mayor Manlio, pastor del rebaño parlamentario tricolor.
La denuncia del diputado del PRD, Julio César Moreno Rivera, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, no pasará de la calificación de “indigna” impuesta a su par del PRI, Miriam Cárdenas, dispuesta a tapar abusos de poder, con fin de inhibir la inconformidad social.
