Claudia Rodríguez
Es el 30 de abril que en México se ha designado como el Día del Niño. Como en otras fechas es esta también la de un alto en el camino para hacer el análisis y la revisión de la condición de la niñez en nuestro país.
Antes que enunciar cualquier otro apéndice, hay que anotar que de acuerdo al último reporte de la Coneval, que no es otro sino el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social que mide la pobreza en México y evalúa programas y políticas sociales del gobierno federal; el 55.7 por ciento de los menores de 12 años viven en condiciones de pobreza y el 11 por ciento en pobreza extrema, no obstante los programas de apoyo y atención a la infancia, de los que desde hace sexenios se hace gala pero que no han resultado efectivos.
Ya ni hablar de la seguridad social para los pequeños en México. Si las cifras de condición de pobreza son escandalosas, las de acceso al sistema de salud son terroríficas; con todo –créalo o no–, del publicitado Seguro Popular.
El acceso al deficiente sistema educativo, es otro apéndice que ubica en mayor grado de vulnerabilidad a nuestra niñez y que ni con la reforma educativa tan cuestionada por educadores de distintos bandos, se ve la posibilidad de zanjar el retraso nacional en este rubro a corto plazo –ni mediano tampoco.
Los niños de México, son objeto también de una terrible explotación sexual por propios y extraños. No es gratuito que en otras partes del mundo se ubique a nuestro país como uno de los paraísos sexuales en donde la oferta de pequeños es bastante gruesa.
Nuestra niñez con oportunidades en su presente y en su propio futuro escasea cada vez más. Pero hay quienes deben tomarse la situación muy en serio, pues la política asistencialista a grandes “borbotones” no es el estilo de los países desarrollados.
Hoy habrá que festejar a todos los niños de México por su inocencia, pero advertir que sus oportunidades cada vez son más escasas. Y advertir también, que al interior del seno familiar las cosas tampoco son tan alentadoras.
Acta Divina… Enrique Peña Nieto prometió en sus tiempos de campaña hacia la Presidencia de México, laptos para todos los niños de 5to. Y 6to. de primaria.
Para advertir… Un presente y futuro sombrío para la mayoría de nuestros niños.
