Así de fácil
Juan Chávez
Desde las últimas décadas del siglo XX, el sensacionalismo en los periódicos no significa vender más ejemplares.
La circulación de los diarios impresos, nomás por eso y el factor de las redes sociales en la Internet, sigue en su carrera abierta al desplome total.
“Nota roja” llegó a llamarse la que destilaba sangre en la propia cabeza con que el jefe de Redacción o el director, ahora pomposamente llamado “editor”, afirmaban la circulación del periódico.
La Prensa, con su nota roja destacada siempre con enormes tipos, sostenía su venta de ejemplares en varios cientos de miles. Registró en ocasiones, en sus dorados tiempos, a vender más de un millón de ejemplares.
A veces, el sensacionalismo, además del tipo enorme con que se manejaba el titular, contaba la brevedad. Fue famosa la cabeza de la entonces extra de “Excélsior” que “cabeceó con un ¡YA!, la muerte de Stalin, anunciada por una enfermedad que lo postró en larga agonía.
Empezó, claro, por dar cuenta del delicado estado de salud del líder de la entonces URSS y luego, durante los siguientes 10 días mantuvo la atención de los lectores sobre el suceso que desembocó con la muerte de tan destacado personaje en la II Guerra Mundial y en la “guerra fría” que Estados Unidos y la Unión Soviética mantuvieron hasta cerca de los 90.
Durante esos días, Stalin fue la de “8” de la Extra, hasta el famoso “YA” que cubrió media plana.
En los tiempos que corren, el sensacionalismo ya no pega. Menos cuando el título es largo en la pretensión, primero, de atraer el interés de los lectores y luego, como “llenador del espacio” de la portada.
En esta tesitura se vio La Jornada de ayer jueves, con una cabeza de cuatro “pisos” en el manejo de algo que considero “exclusiva”, seguramente:
“Se disparó la deuda pública $2.3 billones”.
El tema es recurrente. Digamos que muy socorrido y que otros diarios, en los meses iniciales del año, ya habían manejado.
La noticia, en todo caso, la sumergió La Jornada en uno de sus sumarios:
“Presidencia se sobregiró más de mil millones de pesos en su gasto”.
Un manejo muy parcial de tal información, diría al final.