Índice Político
Francisco Rodríguez
Sigue dando tumbos la política exterior de los itamitas que ocupan y avasallan en la Cancillería.
Mire usted: Mientras el Departamento de Estado de los EU acusa a México de “formar parte del pelotón de países que siguen sin cumplir los estándares mínimos para combatir una actividad –la migración infantil– que ha caído en manos del crimen organizado…”, en un boletín grosero y diplomáticamente inusual, José Antonio Meade insiste en embarcar al Presidente de la República a que comprometa todas sus canicas en impulsar una alianza pro-yanqui de los países ribereños del Pacífico, a la que se sumarán otros países centroamericanos ¿de la Concacaf?, para detener el avance de los progresistas del Arco Atlántico en mancuerna con los del Mercosur.
Vamos en caída libre. Ya no nos respetamos ni nosotros. Y si antes el consejo de los viejos colmilludos de Tlatelolco era el jugar con los EU a espantar con el petate del muerto y a mamar y dar topes, hoy es el entreguismo total.
¿Lo que a nadie le queda claro es a cambio de qué?
Los gringos tienen casi tantos problemas de estabilidad interna como cualquier país bananero. Ya no es la potencia imperial de antes. No podrá crecer a más del dos por ciento –igual que nosotros– durante muchos años. Nadie le hace caso a Obama. Las empresas hacen su santa voluntad. Y en el Congreso, el negrito no existe, ni sus aliados tampoco.
Entonces, ¿a qué le tiras cuando sueñas, mexicano?, dijera el gran Chava Flores.
¡CIUDAD AL AGUA!
El gobierno de Miguel Ángel Mancera en la capital nacional se ha caracterizado por intentar tácticas distractivas, por lucir ante el respetable como un gobierno ciudadano, porque no se deja presionar por el PRD.
También ha hecho grandes barbaridades, como secuestrar totalmente la ciudad, dejando a los ciudadanos indefensos contra el poder de los bicicleteros. Anunciando, ahora, que los pobres no podrán circular varios días a la semana por tener carcachitas. O cuando hicieron toda una faramalla de estudios aerofotogramétricos y superfragilísticoespialidosos con el único objetivo de subir escandalosamente los impuestos prediales y el costo de consumo de agua.
Ahora quieren que los asambleístas duren doce años… los delegados, seis y el Jefe de Gobierno sea el candidato ¡del PRD! a la Presidencia, pasando por encima de “Los “Chuchos”, cancheros y dueños del balón.
¿Por qué mejor no destapan las atarjeas y las coladeras de una ciudad de las mayores del mundo que, después de un aguacero de dos horas, queda inundada e inhabilitada para vivir?
CUESTIÓN DE CREDIBILIDAD
Gerardo Soriano, colega especialista en el análisis de los medios –redes sociales incluidas– nos platica en su columna que “hoy que se vive una ligera escaramuza entre Televisa y TV Azteca por la fotografía donde se ve a Joaquín López Dóriga viendo el partido de México contra Brasil por Azteca 7” y no por el Canal de las Estrellas, cual era de esperarse.
“Resulta interesante –y triste, por cierto–, que un periodista como Ciro Gómez Leyva, empleado, al fin y al cabo, de Televisa, (como conductor de Tercer Grado) se preste como sparring y salga a dar la cara por esa empresa dando a conocer los ratings que demuestran que la televisora de Emilio Azcárraga supuestamente está adelante en las preferencias de los televidentes.
“Digo ‘supuestamente’, porque la credibilidad de Ibope México no es la mejor, al grado que en el 2012 los del Ajusco decidieron romper con esa encuestadora aduciendo que ellos ‘destruyeron el rating’.
“Así las cosas, con este monopolio de Ibope en la medición de las audiencias por televisión, ¿quién puede afirmar que sus métodos y la tecnología usada es eficiente para arrojar resultados fidedignos, que más parecen cifras manufacturadas a modo para dar gusto a los reyes cuya corona es un logo amarillo?
“Y una pregunta final: ¿por qué habríamos de creerle a un periodista que ha dado por buenas encuestas de sondeos políticos, para después pasar a decir ‘fallamos’?”
Índice Flamígero: Tomado de Facebook: “Ya pagué la factura. Ya pagué el alta vehicular. Pagué la tenencia. Pagué las placas. Pagué la licencia. Pagué la verificación. Pagué el seguro. Pagué gasolina cara. Pagué franeleros. Pagué parquímetros. Y ahora me dices que no puedo circular”.
