El diputado federal Fernando Rodríguez Doval (PAN), en el recorrido realizado en la Línea 12 del Metro, hizo énfasis en los recursos millonarios que se emplearon, primero, para construir la obra y, ahora, para intentar revertir los errores que se cometieron y que derivaron en su suspensión parcial.
Advirtió que los constantes estudios sobre las fallas y que ninguno de ellos arroje alguna solución que permita siquiera proyectar una fecha real para su reapertura “nos hace pensar mal”.
Una Comisión de Diputados hizo un recorrido junto con otros legisladores locales, y con autoridades de la Secretaría de Obras del DF y del Sistema del Transporte Colectivo Metro, por uno de los tramos elevados más afectados de la construcción.
Rodríguez Doval exhibió la lentitud del Gobierno del Distrito Federal para encontrar una solución real y efectiva.
”Nos preocupa mucho que aún no exista una fecha para reabrir la línea. Se le hicieron las preguntas expresas a la autoridad, pero nos decían que a finales de agosto podrían tener un poco de claridad sobre cuándo podría comenzar a funcionar. Eso nos preocupa mucho porque es una línea 12 que ya en funcionamiento daba servicio a medio millón de usuarios al día”, refirió.
No obstante, el también secretario de la Comisión del Distrito Federal refirió que tal lentitud permite pensar que los estudios, pruebas y posterior reparación, ya se convirtieron en un “negocio” para quienes actualmente tienen la responsabilidad de garantizar el funcionamiento óptimo de la Línea Dorada.
“Consideramos que el gobienro del DF va muy despacio en terminar un diagnóstico claro, por lo cual la claridad que tienen para reabrir la línea no existe. Nos parece muy grave, muy delicado y muy lamentable”, agregó.
Rodríguez Doval recordó que esta obra “mal diseñada y mal planeada” costó 23 mil millones de pesos, 9 mil millones de pesos más a los originalmente considerados; mientras que los trenes –que no sirven para esas vías- 18 mil millones de pesos, cuyas anualidades cuestan a los capitalinos mil 300 millones de pesos.
Además, se han gastado 25 millones de pesos más en el diagnóstico que realizó la empresa francesa Triacaud Societé Organisé y a ellos, dijo, hay que sumar las pérdidas millonarios acumuladas por la venta de boletos y el costo de brindar el servicio gratuito a los usuarios de los autobuses de la Red de Transporte Público (RTP) en la ruta afectada.
Asimismo, señaló, hay montos que no se han detallado, como el de los sensores que se colocarán en las vías para monitorear el desgaste entre vías y ruedas, o de la mano de obra por desmontar las curvas conflictivas y colocar nuevo material en ellas.
“La obra está mal diseñada, hay errores que corresponden a su propio diseño y planeación y que, por lo tanto, se pudieron haber evitado durante el proceso mismo de construcción. Tampoco se dio el mantenimiento adecuado una vez que se abrió.
Podemos adelantar que hay una responsabilidad compartida y por eso insistimos que tanto funcionarios de la antigua como de la actual respondan por sus acciones y omisiones, todos juntos en una misma comparecencia ante las instancias legislativas”, puntualizó.
