Yo Campesino
Miguel A. Rocha Valencia
No supieron qué hacer. Calcularon mal o bien debemos pensar que hay perversidad en el asunto del Instituto Politécnico Nacional, en revancha porque se obligó al gobierno a darle las gracias a Yoloxóchitl Bustamante como directora de la institución donde su posición era insostenible por culpa de ella misma.
Se le olvidaron a Yoloxóchitl, sus experiencias de activista “sesenta y ochoera”, y se volvió impositiva. Eso la llevó a ponerse en la mira de quienes desde la administración pasada querían sacarla del Poli, institución que consideró como suya y dijo al salir “mía de o nadie”, generando con ello, un conflicto mayor que hoy no se sabe cómo resolver.
De hecho quienes se fueron al paro, ya no saben cómo salir del “asambleísmo” en que cayeron. Exigen en “la mesa de negociación” que los interlocutores, los funcionarios federales que se sienten con ellos, les puedan resolver sus peticiones, pero aunque les digan “sí” a todo lo que plantean, ellos salen, los representantes cuasi estudiantiles, con que van a llevar la propuesta o respuesta a las “asamblea”.
Entonces de qué se trata. ¿Será acaso que quien propició el conflicto no midió una respuesta positiva inmediata y que con eso quedara desarmado el “movimiento”?
O ¿será la revancha de quienes mantenían a Yoloxóchitl Bustamante en el poder por haberlos bajado del camión presupuestal y político? ¿Será el Peje?
Como sea, el daño al Politécnico Nacional ya se causó. Veremos si quienes salgan de la presente generación lo hacen bien preparados, porque eso sí, exigirán como condición que se les perdone la inasistencia, la falta de aprendizaje y se les pase el semestre o el año a como dé lugar, sin cumplir los estándares académicos que son ya tradición y reconocidos de los egresados del IPN.
Se muestra en el “empantanamiento” de un conflicto que no lo es que hay mano negra, que son agentes ajenos a las cuestiones académicas quienes impiden volver a la normalidad académica y nos hacen ver que el IPN es parte del botín político del que muchos quieren su tajada.
Más de un mes de conflicto en medio de una vorágine de violencia que envuelve al país y que sirve sólo para exhibir que la medianía o inoperancia de autoridades ha llevado a la crisis a varias instituciones.
Así, ¿Para que sirven reformas y ofertas de un “Mundo Feliz”, si lo que tenemos no tiene control, si el principio básico de cumplir y hacer cumplir la ley, no se logra?
