Entresemana
Moisés Sánchez Limón
Dicen que en política no hay casualidades y –agrego– menos cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto ha llegado a la hora de las definiciones y toma de decisiones fundamentales. Dos por lo menos. Una es el manotazo sobre la mesa que exige la inmensa mayoría de los mexicanos frente a delincuentes disfrazados de maestros, y el golpe de timón para ajustar a su equipo y deshacerse del lastre que amaga con llevar a pique a las reformas estructurales.
Una de esas reformas, básica y eje del resto por su influencia en la capacitación de los recursos humanos requeridos para encauzarlas en el futuro próximo –las generaciones que las impulsarán estudian el nivel básico en este momento–, es la Reforma Educativa que, por cuestiones electoreras, está en riesgo del retroceso.
En este tenor, entre la estridencia del cierre de campañas políticas, acusaciones, descalificaciones y actos de barbarie escenificados y perpetrados por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, calificados por el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, como delincuentes peores que el crimen organizado y, por ende, la amenaza real contra la celebración de la jornada comicial de este domingo siete de junio, hubo una información relacionada con el primer círculo presidencial que prácticamente pasó desapercibida.
Y es que, por la importancia de su contenido y entrelíneas, no pueden soslayarse dos reuniones ocurridas el miércoles último, una en el Distrito Federal, en la residencia oficial de Los Pinos y, otra en París, Francia, en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, cuyo secretario Ejecutivo, José Ángel Gurría Treviño, en un día cambió la visión que tiene del crecimiento económico de México.
Pero, vaya, el caso es que el espaldarazo de José Ángel al status de la economía mexicana, tiene un alto contenido político. El ex canciller y ex secretario de Hacienda de México –en la administración de Ernesto Zedillo—de estos temas palaciegos tiene sobrada experiencia.
Y ocurre que, en el Panel sobre Reformas Estructurales, Inversión y Crecimiento, durante la Reunión del Consejo Ministerial 2015 de la OCDE, celebrado precisamente en París, Francia, participó el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, y justificó la situación que priva en la economía mexicana.
Videgaray aseguró que las crisis financieras que el país sufrió en los últimos 20 años del siglo pasado, todavía afectan a la economía nacional. “Si miro atrás sobre los últimos años en México, el evento que nos hizo más mal fueron los hundimientos financieros de los ochentas y los noventas (sic)”, adujo en su exposición en el panel de referencia.
Tiene razón mi maestro Enrique Esquivel, suscribo su opinión respecto de las condiciones que han llevado al país a tener un creciente esquema de pobreza y rezago social, la ausencia de capacidad para enderezar a la economía que ingresó al tobogán de las crisis a partir de la época populista del echeverrismo, enfatizada por el lopezportillismo que nos generó aquel espejismo de prepararnos para administrar a la riqueza, pero el número de pobres creció a tal grado de generar más de 50 millones de ellos, varios de los cuales lindan en la pobreza extrema y en la miseria.
Por eso, si Enrique Peña Nieto impulsó reformas nada populares en materia fiscal y hacendaria, y enfatiza en su gobierno la política social, no asistencialista pregonan los defensores de ésta, apuntalada por la generación de recursos derivados de la Reforma Energética y ponderada con una Reforma Laboral que mucho tiene de sustento en la Reforma Educativa, entonces el golpe de timón es algo más que un imperativo.
Bajo esas referencia, vale preguntar si Luis Videgaray fue a Paris a despedirse porque se va a Washington como embajador de México ante el gobierno de Estados Unidos y, sobre todo, excusarse por no haber podido dirigir a la política económica mexicana porque, aduce, los gobiernos anteriores, desde el de López Portillo –que a su término declaró la suspensión de pagos de la deuda externa—y hasta el de Felipe Calderón.
Y es que, mire usted, si en política no hay casualidades, cuál fue la razón por la que, en plena actividad electoral, el presidente Enrique Peña Nieto convocó el miércoles, en la residencia oficial de Los Pinos, a una reunión para analizar el tema de la inversión extranjera directa durante los dos años y medio de su administración.
De acuerdo con un comunicado difundido por la oficina de prensa de la Presidencia de la República, en esa reunión se trataron los avances en la meta establecida en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 “para alcanzar un México con Responsabilidad Global”.
A la reunión asistieron, conforme con el comunicado, los secretarios de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, y de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer; el coordinador de Asesores del Presidente de la República, Francisco Guzmán Ortiz, y el subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza González.
La conclusión de dicha reunión estriba, oficialmente, en que durante el primer trimestre de este 2015 se incrementó la inversión extranjera directa en siete mil 573 millones de pesos. ¿Y?
Videgaray se asoma al espejo retrovisor para justificar a la situación de la economía nacional que no ha crecido en los últimos quince años como se obliga en el buen manejo de las finanzas y de los recursos petroleros. ¿Se va?
Y, bueno, del manotazo para poner orden y aplicar la ley en el caso de la CNTE no hay vuelta de hoja. Las condiciones existen; en este momento no hay una sola voz respetable ni un pronunciamiento de organizaciones sociales serias que defiendan las movilizaciones y los actos d barbarie de estos delincuentes que se llaman maestros.
La versión no desmentida por los dirigentes de los sedicentes maestros de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, es que sus movilizaciones están inducidas por la guerrilla eperrista o bastiones fundamentalistas de ésta. Su discurso está identificado con los pronunciamientos de organizaciones ultra radicales de la guerrilla de los años 70 y reflejado en las convocatorias a la rebelión y contra el gobierno federal, a partir de 1996 cuando el EPR aparece formalmente en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, estado de Guerrero.
El gobierno federal aguantó el desgaste, permitió la impunidad desde el 1 de diciembre de 2012. Pero, con la demanda de senadores, diputados federales, dirigentes de organizaciones no gubernamentales y de sectores incluso identificados con la izquierda, de que urge aplique la ley, ésta se aplicará una vez concluida la jornada comicial del domingo próximo. Para qué complicar la situación en este momento.
Y todo indica que, finalmente, hay voluntad en el presidente Peña Nieto de ajustarse a su convicción, como Presidente de la República, expuesta el pasado 26 de marzo: “No trabajo ni dedico el empeño a colocarme medallitas ni a tener logros personales. Son logros que quiero tenga toda la nación y a ello estoy dedicado”. Voluntad política, voluntad de poner orden, voluntad de evitar una crisis mayor. México se merece la mejor voluntad de quien ganó el cargo por la vía democrática. Conste.
VIERNES. Votemos, vayamos a las urnas. Respeto al que piensa diferente, tolerancia frente a los intolerantes. Apostemos a la civilidad. Digo.
@msanchezlimon
