El funcionamiento adecuado de la democracia pasa por la formación de ciudadanos capaces de asumir un papel activo en la sociedad, planteó José Woldenberg, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
El ex consejero presidente del extinto IFE destacó que en ese sistema, la política tiene que ser ciudadana y no una responsabilidad exclusiva de una minoría que se asume como representante del pueblo.
“Es menester que los ciudadanos se reconozcan como parte del sistema y no como el objeto pasivo de los actos de gobierno”, destacó en un comunicado de la UNAM.
Al compartir un avance de su libro “México, la democracia como problema”, destacó que para avanzar y consolidarse la democracia en México debe atender la profunda desigualdad social y basarse en la política ciudadana, no es la de una minoría que se asume como representante del pueblo”.
Dijo que a la democracia se le vio como una especie de edén terrenal en el que se ejercerían las libertades; el conjunto de la sociedad participaría en la toma de decisiones y paulatinamente el país sería un comunidad de iguales, no sólo en el ejercicio de los derechos políticos, sino también en los económicos y sociales.
Pero, subrayó, al implementarse en México un proceso incipiente, este modelo pronto se reveló como un sistema que tiende a ser complejo.
“Al ampliar las libertades, su funcionamiento se hace difícil y tortuosa la ruta”, sentenció.
Describió que México no es un país, sino muchos, y eso tiene un impacto en todas las esferas de la vida, no sólo en la pública. En esas condiciones es difícil pensar en nosotros.
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