Por la Espiral
Claudia Luna Palencia
Me pregunto quién será el valiente caballero de la política mexicana y del sector empresarial decidido y audaz para al fin situar a México en el mapa de la renovación en su infraestructura ferroviaria.
Cuándo llegará el agraciado día en que desplazarse internamente sea lo más fácilmente posible y no se dependa por aire de las aerolíneas únicamente porque lo terrestre, el coto de poder, lo tienen las empresas de autobuses.
Imagine, amigo lector, un viaje rápido y cómodo en el que prescinda del vehículo, por ende, de los atascos o de las dos horas previas para llegar al aeropuerto y realizar el check in. Uno que por tren le ponga desde Tampico la frontera en un pispás; o enlace la costa desde Acapulco hasta Zihuatanejo o Morelia con Guadalajara.
Sobran los ejemplos y se multiplican las necesidades además en un país que camina hacia los 125 millones de habitantes en una posmodernidad plagada de atavismos históricos que deben ser desvencijados y atrasos en su infraestructura urgida de ponerse al día.
El desencanto derivado de la cancelación de la construcción del tren de alta velocidad de ciudad de México a Querétaro y el que uniría a Yucatán con Quintana Roo en la ruta de Cancún-Mérida no puede quedarse en un fracaso permanente; debe reintentarse, debe volver a licitarse.
Restan tres años de este gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para que algún valiente se atreva a recodificar los proyectos en pro del trasiego humano que además implica facilitar los negocios y sobre todo mover al turismo.
Veamos a España, que se ha convertido en un ejemplo en materia de transporte rápido, desahogado y seguro con los trenes AVE situado como el segundo en el orbe con mayor extensión de líneas de alta velocidad. “Con casi tres mil kilómetros de longitud en servicio se trata de la red de alta velocidad más extensa de Europa y la segunda en el mundo, solo por detrás de China.”
Desde la Expo Sevilla de 1992 se dio el paso para el milagro de la celeridad ferroviaria con el primer AVE entre Madrid y Sevilla y desde entonces, las visibles ventajas para un país que además se ha caracterizado por su hostelería y servicio, se tuvo siempre muy claro que para posicionarlo en el turismo global había que darle facilidad de movimiento a la gente.
Son la suma de las ventajas comparativas y competitivas lo que hacen la fórmula del éxito y no se han equivocado por algo España es el tercer país más visitado del mundo con 65 millones de turistas.
Las facilidades son visibles: un paseante en Madrid con escaso presupuesto y que no podría pagarse pernoctar en Sevilla bien puede subirse a un AVE a las 6.20 am arribar a la estación de Santa Justa a las 9.16 am y dedicar todo el día a conocer la capital hispalense aprovecharla al máximo y retornar a Madrid en el de las 20.35 de la noche. Un viaje ida y vuelta en turista por 1 mil 600 pesos.
Los 528 kilómetros que separan en distancia a Madrid y Sevilla, que implicarían 5 horas y media en coche, cuidando además no rebasar la velocidad permitida se convierte en una desventaja frente a un tren a más de 300 kilómetros por hora.
A COLACIÓN
El próximo 29 de septiembre, Ana Pastor, la ministra de Fomento, inaugurará un nuevo tramo del AVE que está vez unirá a Madrid con Palencia y León a través de Valladolid. En dos horas exactas quedará acercada la capital española con la ciudad de León que llegó a albergar las primeras Cortes de la historia de Europa en el año de 1188.
A la fecha, más del 60% de las ciudades en la península están vertebradas por estas modernas serpientes de acero para beneplácito de sus habitante y de la población flotante en forma de turistas y paseantes que sobrepasan a los naturales.
De enero a agosto, España recibió más de 47.2 millones de turistas extranjeros, se trata de un 4% más respecto de igual lapso del año pasado, muchos de ellos llegaron en avión pero internamente se desplazaron en tren.
La ruta más solicitada es la de Madrid-Barcelona seguida por Madrid-Sevilla y en verano incrementan las ciudades con costas como Alicante que lució saturada la mayor parte de julio y agosto así como Málaga y Valencia.
Ojalá que el presidente Peña Nieto recapacite la estrategia de la infraestructura de la alta velocidad que México requiere que no se quede en el humo del deseo que se cristalice.
