- Vivir es y requiere un ejercicio distinto al que practicaron nuestros padres, porque la realidad mexicana y global se modificó, pero acá los actores políticos le temen al cambio, no quieren darse cuenta que la única solución es que cambien ellos mismos
Aspirar a resolver la guerra contra los barones de la droga como un asunto entre policías y ladrones, o como una responsabilidad que exclusivamente atañe a los militares, es una insensatez, porque el problema es estructural, es sistémico, y mientras no se decidan a conceptuar e iniciar la transición, las cifras de muertes y desapariciones crecerán.
Unas semanas antes de entregar José Narro Robles la Rectoría de la UNAM, en el auditorio Alfonso Caso presentaron los resultados del estudio realizado por investigadores de la propia Universidad, Los mexicanos vistos por sí mismos: los grandes temas nacionales; por su lectura, ahora sabemos que 15 por ciento de los mexicanos están convencidos de que las garantías fundamentales no se respetan en lo absoluto en México, 30.4 por ciento señalan que se respetan poco, 44.4 se inclinan por que el respeto es en cierta medida, en tanto sólo nueve de cada 100 consideran que se cumplen suficientemente.
Por la información de La Jornada, nos enteramos de que los resultados fueron interpretados por especialistas de la universidad, y el propósito del estudio es obtener una imagen integral de las transformaciones del país al inicio del siglo XXI; en los trabajos -coordinados por Julia Isabel Flores, del área de Investigación Aplicada y Opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM- participaron 94 investigadores y 65 asistentes de 23 institutos.
En el tema La sociedad mexicana y los derechos humanos, la investigación indica que 33.8 por ciento de los encuestados tienen la certeza de que es la policía municipal la que con mayor frecuencia viola esas garantías, 26 consideran que son los agentes del Ministerio Público, 11.3 que son las fuerzas armadas, 10 que son las corporaciones estatales y 8.7 culpan de ese tipo de agresiones a la Policía Federal. Sólo 3.6 por ciento responsabilizan a las autoridades de salud, 2.3 a los políticos, 0.6 al gobierno y 0.1 al titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto.
La nota informativa de La Jornada, nos indica que “los investigadores advirtieron que la encuesta se levantó poco después del episodio de Iguala y Cocula, Guerrero, del 26 de septiembre de 2014, por lo que consideran que es natural que la percepción de los encuestados se haya visto influida por el impacto que esos hechos tuvieron y el clima social que generaron”.
¿Cómo explicarnos esta percepción que los mexicanos tienen de su patria? En la respuesta que Felipe González da a Juan Luis Cebrián encontramos un atisbo: “Yo no creo en la crisis de los valores, tal como se formula generación tras generación, invariablemente. Las que están en crisis son nuestras convenciones sobre un modo de vida que cambia”; es decir, vivir es y requiere un ejercicio distinto al que practicaron nuestros padres, porque la realidad mexicana y global se modificó, pero acá los actores políticos le temen al cambio, y no quieren darse cuenta que la única solución es que cambien ellos mismos.