PALESTRA
Rodrigo Ramón Aquino
Ayer consignamos el rumor de la llegada de Ricardo Aguilar Gordillo, exsecretario de Educación, a lo que hoy es el Coneculta, con miras a convertir al consejo en una secretaría.
La reestructuración del organismo de cultura, no es una idea nueva, se viene escuchando, al menos en esta administración desde que el director general era Mario Uvence Rojas.
Lo hicimos saber, es lo que se dice, dijimos, nada oficial. Y no tendría mayor caso abordar un rumor si no hubiera algo que decir de las repercusiones.
Cuando alguien, periodista o comunicador de redes (la diferencia fundamental entre ambos perfiles es el rigor y la verificación de datos. Los primeros se esfuerzan en validar, los segundos en decirlo primero) suelta un trascendido, ocurren dos momentos:
Por un lado, la certeza de la información, esto es cuando quien la emite tiene rigor periodístico; y por otro, la necesaria verificación, cuando quien la emite echa al morral lo mismo sapos que cangrejos. Normalmente lo enterados saben de quién consumen la información, lo que no ocurre en la mayoría de los casos con la burocracia.
Le explico: los titulares de dependencias saben que su estancia obedece, más que a los resultados o a las capacidades —obligatorios cuando se es servidor público profesional—, al momento político.
Cuando un rumor de cambios les llega no les afecta tanto, pues saben que la única instrucción es vertical y que, si se es institucional, obtendrán otro espacio, premio o consolación, pero otro.
Los más afectados siempre son los que no viven esta “normalidad burocrática”. Los que confían en la permanencia en su espacio laboral, como única y muchas veces limitada fuente de ingresos. Los que se truenan los dedos pensando en el desempleo, los que se angustian y lloran.
De ahí lo irresponsable de soltar rumores, de revolver el río. Pero como difícilmente las condiciones actuales de nuestra comunicación van a cambiar en el corto plazo. Yo le recomendaría a la clase trabajadora ubicar a un comunicador de confianza, y, no obstante, no creerle todo a pie juntillas.
Y mientras en el Coneculta muchos son los que amanecieron angustiados por perder la chamba en una época tan complicada económicamente hablando, el director general, Juan Carlos Cal y Mayor Franco, ha asegurado seguir al frente y firme.
Así las cosas en este momento.
Ágora
ACRIMONIA: 1.- f. Aspereza de las cosas, especialmente al gusto o al olfato. 2.- f. Agudeza del dolor. 3.- f- Aspereza o desabrimiento en el carácter o en el trato:
“Sonriendo para sus adentros, el magistrado pensó que estos humildes labradores —no había duda que procedían del Ande y que habían vivido en contacto con la gleba— lo hacían sentirse un padre acrimonioso que se niega a autorizar la boda de su hijo.”
MARIO VARGAS LLOSA, La tía Julia y escribidor (Lima, 1977).
Corrillo
De Villa de Acala a Puerto Arista. De la playa a la presidencia de Tonalá. De la administración a la construcción de tortugas y hoteles. Es Manuel Narcía Coutiño, Manaco, el nuevo secretario de Pesca de Chiapas. No es el mejor, pero la discusión pública no está centrada en sus capacidades, sino en la debacle del arribo del diputado local con licencia Miguel Prado a dicha dependencia (a quien, por cierto, sé que no viene al caso decirlo, la sabiduría popular ha bautizado con un sobrenombre marino). Pareciera, pues, dada la personalidad de la actual administración sexenal, interesar más el rejuego del poder y que el desempeño de la función pública.
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