Columnaria
Juan Chávez
Está claro que desde hace tres sexenios, incluido el actual de Peña, era necesario el incremento al precio de las gasolinas.
Pero ¿por qué Peña Nieto no lo llevó a cabo en los primeros tiempos de su gobierno?
Le urgían las reformas estructurales. Esto está claro igual que lo está el mantener esa imagen política con la que debutó.
Ya pasado el tiempo –cuatro años—y de vuelta al gabinete presidencial su consentido Luis Videgaray, se ve claro que ambos debieron haber urdido un plan diabólico.
El gasolinazo, ha de haber pensado el presidente, no debe golpear a quien entonces se desempeñaba como secretario de Hacienda y ahora es el flamante canciller que ha de parar “en seco” a Trump si quiere competir por La Grande el año entrante.
Peña jugó al 2018 sin tener derecho para hacerlo. Ha metido las manos en el proceso muy adelantado y está pagando las caras consecuencias.
Vistas las cosas así, vamos a vivir una inflación a la mejor indetenible a partir de febrero.
Peña, con el gasolinazo, le ha dado tremendo golpe a la libre economía de mercado. Dice que habrá baja en los precios del combustible cuando los gasolineros privados entren de lleno a ese mercado. Pero ¿cómo lo harán? Su proveedor es Petróleos Mexicanos y, por supuesto, el enorme volumen que se compra concretamente a Texas todos los días.
Las protestas no van a parar. A nadie le importa el acuerdo que Peña firmó con los “sectores”, como se hacía antes, en los tiempos de Salinas y antes con De Lamadrid en que surgieron los llamados “pactos para la estabilidad”.
Desde los tiempos en que Salinas desprivatizó al gobierno y abrió la economía de libre mercado, nada se hizo para preparar al país contra los reveses como el gasolinazo que habrá de convertirse en el punto de partida del encarecimiento de la vida.
Ahora, el presidente clama por la unidad para que todos los mexicanos le entren al toreo de ese bravo burel que es el gasolinazo.
Los tiempos que vienen van a ser negros para la economía mexicano, por mucho que la OCDE de Gurría Ordóñez y la ONU del portugués Gutiérrez aplaudan al presidente Peña por haber tomado la decisión de aumentar el precio a los combustibles y eliminarles el subsidio.
El viernes de la semana próxima entra a la Casa Blanca Trump que se ha vestido como el gran proteccionista comercial de Estados Unidos. Es decir, se echa al plato esa economía de libre mercado que no terminó llegar a puerto seguro.
La globalidad para Trump chupó faros y las inversiones de capital gringo en México han empezado a desvanecerse antes de que el millonario proteste como mandatario de la USA.
Así, para que le serviría a Peña esa unidad que pide.
Para mi Peña y su PRI ya chuparon faros también. Lo vamos a ver.
Vamos derechito a un gran desastre económico con un dólar que rasguña los 22 pesos.
Forma y tiempos de informar siguen acelerando el descontento de la sociedad. La economía no será salvada por el gasolinazo. También lo viviremos.
