Juan Chávez
El dirigente nacional panista anda desesperado.
La renuncia al PAN de Margarita Zavala le pegó en el mero coco a Ricardo Anaya que no solo culpa de “estrategia del PRI” la salida del partido de Margarita, sino que se aviente y destapa como candidato seguro del tricolor a la Presidencia de México, al secretario de Hacienda José Antonio Meade.
El niño maravilla está desestabilizado, ya se ve arrastrado por la enorme fractura que él mismo provocó en el panismo que ya se ve muy debilitado para las elecciones del año próximo.
No es capaz de asumir que en 2018 el juego va más allá de la Presidencia y que por mantener viva su aspiración a la candidatura presidencial por el PAN que maneja, dictatorialmente por cierto, se mete al carril del PRI y le adelanta sus tiempos:
“El gobierno y el PRI maniobraron para que Margarita Zavala renunciara al PAN” y en seguida, ¡saz!, Meade es “amigo de Calderón”, que le apoya porque él, Meade, va “a ser el candidato del PRI”.
Con un “destapador” así, de las filas opositoras, para que preocuparse, consideran militantes de los cuadros tricolores.
Anaya, al final, tuerce más sus intenciones de convertirse en el “bueno” del frente opositor que echó a andar con Alejandra Barrales, la lideresa del PRD.
Anaya ya perdió el partido y también el piso. No entiende, por ejemplo, que Javier Lozano, quien fuera secretario del Trabajo en el gobierno calderonista pretende, desde el Senado saltar a la gubernatura de Puebla.
Lozano es de los panistas rebeldes a su dirigente Anaya que no van a abandonar el partido de Acción Nacional para pelearle las posiciones y ponerlo fuera del CEN panista.
El Frente Ciudadano por México le absorbió los sesos y mandó al clóset del olvido sus convicciones partidarias.
Pero le fallan los cálculos. El frente conformado por partidos opositores no logra aún la ciudadanía bajo la cual le dieron oxigeno el propio Anaya y la señora Barrales.
El frente opositor le va a pesar al niño maravilla. Ahí van a quedar sepultados no solo sus intenciones de ser mano en el PAN sino el PAN mismo que se convertirá en el partido que se le escapó de las manos y que en las elecciones de 2018 va a perder muchas de las posiciones que ahora tiene por la vía electoral.
Anaya ya perdió todo, y más si Meade es el candidato del PRI, como lo anunció en medio de sus berrinches.
Margarita también va a perder. Este jueves irá al INE para inscribirse como candidata independiente. Será la 37 en acudir a tal expediente y pulverizar más el voto, lo que más conviene precisamente al PRI. Eso sí.