Juan Chávez
El caso del fiscal electoral fulminado por el encargado del despacho de la PGR paralizó ayer poco después de las 16 horas al Senado.
La sesión, reventada por los senadores de oposición al tomar la tribuna de la Cámara alta, podrá continuar este miércoles si el presidente del cuerpo legislativo, el panista Ernesto Cordero, considera que hay condiciones.
El asunto no es menor ni cuestión de democracia y la parálisis afecta y retrasa la aprobación de la Ley de Ingresos para 2018, entre los asuntos prioritarios.
La cuestión se tiñó ya de la política electoral en pleno año electoral y eso sensibiliza directamente a la ciudadanía cansada ya de una partidocracia que está hundiendo el avance de las cosas nacionales que afectan a todos los habitantes del país.
Santiago Nieto que fuera cesado por el subprocurador Alberto Elías Beltrán encargado del despacho de la PGR, la está armando en grande.
¿Qué esconde el PRI?
Hay especulaciones al por mayor y el propio presidente Peña Nieto ya saltó a la palestra para aceptar que si se entrevistó en varias ocasiones con el mero mero de la empresa brasileña Odebrecht involucrada en tratos corruptos de apoyo a las candidaturas presidenciales de un sexteto de países latinoamericanos.
En ellos, se han registrado juicios penales contra tal empresa, menos en México donde “se halla limpia de toda sospecha”. En Guatemala, Colombia, Argentina, Perú, República Dominicana y por supuesto Brasil ha sido penalizada.
En el Senado, PRD, PAN y PT (Morena) se oponen al acuerdo de la Junta de Coordinación Política que encabeza la senadora priista Ana Lilia Herrera que debió ayer viernes definir el método de la presentación en el pleno del fiscal cesado y el encargado del despacho de PGR.
Pero la JUCOPA, con su punto de acuerdo, propuso además votación por cédula, es decir, voto secreto a lo que los senadores opositores se opusieron y tronaron la sesión que no se cerró y solo fue pospuesta por el senador presidente.
En otras palabras, empezó a funcionar el “calendario y reloj legislativos” para el que no hay plazo que se cumpla, en tanto no se logre un acuerdo.
Los opositores tienen razón: la sesión en que como invitados asistan Nieto y Elías Beltrán, para responder 34 preguntas de los legisladores, debe ser pública y abierta, y la votación igual.
Pero el PRI, con su aliado el Verde, no cede y al no hacer mayoría, la oposición y cinco senadores independientes dominan la situación y demandan la reposición de Nieto como fiscal electoral.
Y la duda no queda en el aire. Está clara: ¿Qué esconde o pretende esconder el PRI-Verde?
Además, y a los senadores opositores les asiste la conciencia política, no hay que darle al pueblo atole con el dedo.
