Juan Chávez
Con Javier Corral, que esgrime la presentación de una controversia constitucional para seguir adelante con sus descalificaciones a la SHCP y al presidente Peña por la no entrega de 700 millones de pesos fijados en convenio que firmó con el gobierno federal, es la entrada del desmoronamiento del partido de Ricardo Anaya.
También empezará a caer a la baja la aspiración a la presidencia de la República de Anaya.
No hay desvíos de la Federación en los recursos que le fueron asignados al gobierno de Corral en Chihuahua.
Claro, escudado en las corruptelas del ex gobernador César Duarte, tiene argumentos para tirar buenos toques mediáticos en la esgrima que se trae.
Pero papelitos hablan. Y ya se exhibió con ellos a los gastos “superfluos” que el gobierno de Corral ha hecho por más de 471 millones de pesos del 1 de enero al 30 de septiembre de 2017.
La cuestión toral del “caso Corral” es la renuncia del senador Javier Lozano Alarcón al PAN y acusar a su líder Anaya de usar spots y la pauta del PAN para mejor posesionarse en las encuestas y propiciar la salida de Margarita Zavala del partido azul.
“Es un pequeño dictador”, lo calificó y lo señaló como armador de “una simulación imitando las prácticas de otros partidos”
Lozano seguirá en la Cámara alta como senador independiente y, por añadidura, declaró su apoyo a José Antonio Meade, precandidato del PRI a Los Pinos.
“Voy a apoyar a José Antonio Meade, ya sea desde Twitter”.
“Quiero, respeto y admiro a Pepe Meade; no hay un mexicano que tenga la experiencia que tiene Meade. Aquí no queremos improvisados ni demagogos”, precisó.
El secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, ya había señalado que no hay tal estrangulamiento del gobierno de Corral y que le han dado 2 mil millones de pesos de más y que los 700 millones fijados en el convenio estaban considerados a condiciones de posibilidad.
Lo que queda ahora es exhibir los papeles que demuestren ¿quién tiene la razón?
Que papelitos hablen y así como Corral acudirá a la Corte con “su” controversia constitucional, el gobierno de Peña tiene en la ley la posibilidad de querellarse contra Corral por difamación.
Es tiempo de que la ley hable. Que no se deje todo en el campo mediático, donde el que “pega primero pega dos veces”.
¿Quién seguirá a Lozano? En el Senado quedan aún seis senadores rebeldes a Anaya… que bien podrían abandonar el panismo.
