Arturo Sandoval
Hace unos años Isabel Arvide, famosa columnista, perdió bienes y hasta su casa por no retractarse de calificar a Sasha Montenegro de encueratriz; la acusación era de difamación.
Hoy, al parecer es tipificado legalmente como daño moral. En estas intercampañas electorales, los políticos inmersos en su guerra de estiércol, se lanzan acusaciones temerarias y graves. Queda la duda de si los voceros de cada partido no incurren en delitos como daño moral al lanzar acusaciones de lavados de dinero, de enriquecimiento inexplicable, de triangulación ilegal de recursos públicos, etcétera. ¿Por qué Anaya no demanda a Lozano de daño moral, al ser acusado abiertamente por este de lavado de dinero? ¿Es más delito si califican de encueratriz que de lavador de dinero?
También hay duda de si cualquier ciudadano puede entrar al edificio de la PGR para poner una denuncia y, si esta se lleva por escrito ¿por qué no se deja en oficialía de partes?
¿Si cualquier ciudadano lo hace, un alto funcionario público de la PGR, saldrá a atenderlo? ¿Si cualquier ciudadano puede entrar fumándose un puro en una oficina de gobierno, nadie le dice nada, mucho menos lo multan? ¿Si cualquier ciudadano le dice eufemísticamente hijo de puta a un funcionario de la PGR, aunque sea en voz baja, los micrófonos ultra sensibles del gobierno lo grabarán? Bueno, si no conocían al funcionario, menos a su mamá.
El vídeo donde se muestra a Anaya y a sus apoyos dentro de edificio de la PGR, sale un funcionario, se presenta ante sus visitantes, dice su nombre con su cargo, y Anaya, el docto abogado Fernández de Ceballos, y demás acompañantes sólo le creen a un desconocido que dice ser el encargado de esos asuntos, así nomás, sin mostrar credenciales ni nada.
Hoy la consigna o lema de ínter campaña de Anaya y sus golpeadores mediáticos, es hacer creer a la gente la existencia de un pacto de impunidad entre Peña (no PRI) y AMLO (no Morena), lo repiten todos a cada momento y muchas veces a cada micrófono o cámara cercana a ellos.No dicen presunto pacto, presunto lavado, no nombran Enrique N., o Andrés N.
Estas declaraciones aparentan ser parte de un doble auto plagio de hechos autoría del Pan, al recordar sospechas del pacto PRI- Zedillo con Fox -PAN y el de Calderón-PAN con Peña PRI. Hoy los del PAN se auto plagian la idea de un supuesto pacto de sus enemigos políticos.
El otro auto plagio panista, del emblemático asunto del desafuero en contra de López Obrador por la PGR y gobierno de Fox para evitar su candidatura. Hoy los panistas dicen que estuvo mal, se disculpan, pero que eso sí, que a ellos no se los hagan en contra de Anaya sus enemigos del PRI quienes supuestamente lo quieren remover de candidato presidencial.
Interesantes asuntos los de estos posibles remedos. Vaya pragmático cinismo para plagiarse guerras de lodo. Mientras todo esto pasa ¿alguien sabe algo de Mead?
