*Se instaló la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción
En el salón Heberto Castillo del Recinto del Primer Congreso de la Ciudad de México, se llevó a cabo en sesión, la instalación de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción.
La Vicepresidenta de esta Comisión, Lilia Eugenia Rossbach Suárez en su participación, agradeció a los medios de comunicación, integrantes de la comisión e invitados especiales su asistencia a la instalación de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción.
“Como su nombre lo dice, en esta Comisión tenemos el compromiso con los habitantes de esta Ciudad de garantizar los mecanismos eficientes de transparencia y combatir la corrupción, que es un mal que no sólo aqueja a esta ciudad, sino que a todo el país”, precisó la legisladora.
La diputada local por Morena señaló que un primer paso se obtuvo en estos temas en la Constitución de la Ciudad de México, donde quedaron establecidos diversos derechos, uno de ellos el de la información y herramientas que sin lugar a dudas contribuirán a combatir la corrupción.
Por otra parte, dijo: “Hoy tenemos la responsabilidad como congresistas e integrantes de esta Comisión, repito a trabajar y garantizar a los habitantes de esta Ciudad de México su derecho a la información que es un bien público y aún cuando ese tema no es nuevo, se ha visto restringido terriblemente y en ocasiones totalmente negado a los capitalinos”.
Por lo que toca al combate a la corrupción, Rossbach Suárez afirmó que se ha dado el primer paso, pero aún falta mucho. Un ejemplo es este Congreso con los nuevos ajustes en las dietas de los diputados, con el recorte de gastos innecesarios y excesivos, segura estoy que lograremos un gran avance en estos rubros con el trabajo conjunto de todas y de todos en esta Comisión.
Por último, la diputada morenista coincidió totalmente con el representante de “Mexicanos Contra la Corrupción”, licenciado Gerardo Carrasco Chávez en torno a la necesidad de crear sistemas de transparencia y anticorrupción en un país como el nuestro, pues implica en cierta parte reconocer que sea fracasado en alcanzar un estado de derecho, fracaso que no es únicamente atribuible a los miembros del sector público, a los servidores públicos, los representantes de la sociedad civil y los representantes del sector privado, sino todos cargamos con la misma responsabilidad para construir un mejor futuro.