DIARIO LEGISLATIVO
Pedro Jiménez Rodríguez
Pese a que el 70 por ciento de los empleados del área de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, fueron sustituidos, siguen en curso las auditorías ordenadas por el presidente de la mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo.
Todos los altos y medianos funcionarios de Comunicación Social han sido relevados por personal recomendado por Porfirio Muñoz Ledo, haciendo a un lado el Servicio Civil de Carrera, que toma en cuenta la antigüedad del personal, aunque ocupe puestos de confianza.
Para colmo, esos casi cien mujeres y hombres que se han quedado sin empleo y sin un salario para cubrir sus necesidades, los nuevos administradores no se preocupan por darlos e baja para que se pueda tramitar la liquidación que por ley les corresponde.
En muchos casos ya ha transcurrido un mes desde que fueron despedidos muchos de esos viejos empleados del área, y es hora de que los que tienen que firmar las bajas, las entreguen a las áreas respectivas.
En ese caso se encuentra el que, por seis años, las dos anteriores legislaturas, ocupo la coordinación de Comunicación Social, Oscar Manuel Arguello Dorantes, quien está siendo castigado por Muñoz Ledo, por haberse negado a entregar su renuncia desde los primeros días de septiembre.
Es que desde el día que Porfirio Muñoz Ledo asumió la presidencia de la mesa Directiva, le pidió a Arguelles Dorantes la renuncia, porque quería poner de inmediato al frente de la comunicación social a Roselli Reyes Cuevas, porque es de todas sus confianzas.
Sin embargo, el coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado Carrillo, le pidió a Oscar Arguelles, que no renunciará, que aguantará a que él arreglará el asunto con Porfirio Muñoz Ledo.
Es que Mario Delgado pretendía que mantuviera el mismo equipo por lo menos hasta diciembre, para aprovechar su experiencia en el manejo de ceremonias especiales, como que tendrá lugar en la Cámara de Diputados el 1 de diciembre, en que tomará protesta como Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador.
Finalmente, Muñoz Ledo se salió con su la suya y consiguió que no solo Oscar Arguelles, sino también todo su equipo, renunciarán, para que pudiera poner a la gente con la que tenía compromiso.
El problema ahora, es que Muñoz Ledo se niega a firmar la baja de Oscar Arguelles, que es necesario presentar ante la dirección de Recursos Humanos, a fin de tramitar la liquidación de ley.
Queda claro que Muñoz Ledo está actuando con el hígado, cobrándose lo que considera una afrenta de Oscar Arguelles, por no haberle entregado la renuncia cuando se la pidió. Y como una muestra clara de que eso está ocurriendo, es que a Roselli Reyes Cuevas ya la dieron de alta y cobra como coordinadora, sin haber pasado por el requisito de tomar protesta ante el pleno. Lo cierto es que esta situación amenaza con hacer crisis antes del 1 de diciembre, porque se les va “venir la noche” a los comunicadores y sólo Dios sabe cómo van a sacar adelante la ceremonia de toma de protesta del presidente López Obrador.
