Enrique Ramírez García || enfoqueperdomo
El deprimente nivel que tiene actualmente nuestro fútbol mexicano se vive día a día; nunca faltan los zalameros que por unas monedas traicionan sus conciencias, sus valores o al equipo al que se deben.
En estos momentos vivimos algo parecido en la figura del entrenador del América, Miguel Herrera. El famoso ‘Piojo’ es ese tipo de entrenadores que en poco tiempo ha logrado mucho, éxitos que anteriores estrategas que le precedieron no lograron por incapacidad o tal vez porque en algún momento de sus vidas les tendieron la ‘camita’, es decir que los grillaron al grado de echarlos de los clubes para los que trabajaban.
Herrera Aguirre, no es un tipo con mucha cortesía en su persona, los golpes y algunas malas experiencias extra deportivas lo han enseñado a girar y defenderse de todos los buitres que aparecen por encargo y le han hecho pagar muy caros sus errores al grado de tener que declinar su cargo en la Selección Nacional por citar sólo un ejemplo, por un problema familiar que ya todos conocemos en contra de pseudo periodista o más bien, por exfutbolistas disfrazados de comentaristas que no le perdonan su éxito como entrenador.
Miguel, es un tipo irascible, se prende muy rápido ante las críticas, es lo que le podemos llamar un ‘mecha corta’, pero es parte de su personalidad. Eso ha hecho que sus detractores lo utilicen a favor para golpearlo constantemente y a pesar de ya varios títulos y logros con el club, ‘trabajan arduamente’ para pedir su salida del equipo.
Eso no es lo más serio, lo inconcebible es que parte de los ‘empleados del club’, como lo son periodistas internos, cronistas, periodistas y exjugadores convertidos ahora en ‘comentaristas’, algunos muy malos, por cierto, ahora utilizan el micrófono para denostar la imagen del estratega americanista.
De igual forma, una de las ‘glorias’ del América, el brasileño Antonio Carlos Santos utiliza el golpeteo en las redes sociales para demeritar el gran trabajo de Herrera Aguirre, seguramente con la intención de encontrar una oportunidad en el banquillo de las Águilas, sin tener la capacidad o algo que lo avale en esa gran responsabilidad, sin demeritar su calidad, pero sólo como jugador.
Otro de ellos es el mal llamado ‘Capello‘ mexicano, Mario Carrillo, quien tuvo sus glorias como jugador en los Tigres de la UNAL en los años setenta, pero como entrenador ha tenido grandes fracasos y logros muy pocos, al grado de echar mano del esoterismo y videntes al muy estilo de los políticos mexicanos como la famosa Osamenta del Encanto de Pablo Chapa Bezanilla, lo cual irónicamente lo mantiene como analista de una cadena deportiva.
Para agregar a otro de los acérrimos críticos de Miguel Herrera citamos al periodista Carlos Albert, exfutbolista profesional con el Necaxa y Selección Nacional, pero que tuvo que dejar la profesión al involucrarse en la grilla de la creación de un sindicato futbolero. Nos referimos a un personaje no muy cordial, grosero y peculiar que siempre quiere tener la razón ante sus compañeros de profesión y contra personas o deportistas que no le rinden pleitesía, tal es el caso del timonel americanista y en cuyas críticas recae el mayor odio y frustraciones de lo que él no pudo lograr en su oportunidad como futbolista.
Finalmente, hay que decirlo también, existen analistas o comentaristas que presumen haber jugado al fútbol en un alto nivel, algo que sólo ellos lo creen ya que únicamente jugaron en la escuela o en el llano, situación que los mantiene en el encono y frustración personal, y que creen les da derecho para denostar la imagen del club el cual los sigue manteniendo en sus nóminas para apoyarlos económicamente, pero con un dejo de honestidad para quien les paga. ¿Los buitres y detractores seguirán empujando la salida de Miguel Herrera del América para poder llevarse unas monedas más a sus bolsillos?
Y después de sus malos actos ¿Quién seguirá?
