Ante la fabricaciòn de un delito que no cometió el doctor Gerardo Grajales Yuca, se debe aplicar el derecho y la justicia.
Durante largo tiempo, la historia del abuso de poder dará mucho de qué hablar a la naciòn y este hecho se recordará como una acciòn lamentable por la falta de sensibilidad política que afecta al sistema de salud del Estado de Chiapas.
Estamos en la fase 3 de la pandemia donde por sentido común, los médicos son la primera línea de batalla y representan a los soldados que aún a riesgo de perderla vida luchan por sanar a los pacientes. Luego entonces, no podemos tomar prisionero a un médico que además de ser inocente, es quien se encarga de restablecer la salud de los enfermos por el COVID -19
La lógica es sustantiva. Y el caso está a la vista de todos. La poblaciòn le dará seguimiento día a día sin perder un solo detalle; ya veremos qué solución le dan y bajo qué aspectos le conceden libertad.
Otro aspecto que se debe valorar es que el médico Grajales Yuca se encuentra con hipertensión y ya una vez se hospitalizò por esa causa, así que en cualquier momento puede complicarse nuevamente y por ello estar en peligro su vida.
Por tal motivo, la Federaciòn de Asociaciones y Colegios Médicos de México estaremos atentos a lo que acontece con el Dr. Grajales Yuca, para defender, como corresponde, sus derechos humanos, porque ante la injusticia y la sinrazón es urgente la Unidad Médica Nacional, pues no es justo que en los tiempos de la pandemia se ataque a quien salva la vida de los pacientes.
HERNÁN LEÓN VELASCO
