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Presidencialismo en extinción

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Antonio TENORIO ADAME

Los ex presidentes de la República han sido expuestos a una campaña de recolección de firmas para enjuiciar presuntos actos delictivos cometidos durante sus administraciones.

También, el Presidente López Obrador reafirmó su intención de solicitar su aplicación. En tanto, el diputado Pablo Gómez demanda una Ley de amnistía para saldar cuentas del pasado, aunque primero deben ser juzgados, si la Corte lo considera constitucional.

Aunque el resultado es incierto el sistema presidencial va en retroceso.

Los antecedentes de juicio a los mandatarios del país son escasos; sólo en los orígenes de la Nueva España, la Primera Audiencia enviada por Carlos I, fincó responsabilidades a Hernán Cortés, quien sin remilgos se colocó los mandatos reales sobre la cabeza y manifestó su sometimiento. Fue único.

En tiempos del Imperio mexicano,en 1822, a Agustín de Iturbide se le despojó de su investidura, obligado al exilio, y al volver subrepticiamente al país fue fusilado; a Vicente Guerrero, el Congreso lo declaró incapacitado para el ejercicio del poder, después fue secuestrado y luego ejecutado.

En otro escenario, también se dieron casos de atentados mortales contra la vida de Venustiano Carranza, Presidente en funciones, y de Álvaro Obregón como Presidente electo.

Los Presidentes en México no pueden ser sujetos de juicio durante su mandato, salvo por delitos que prevé la Constitución (art 108, 111), aunque,después del ejercicio de su periodo, si pueden serlo, como dijo el constituyente Lizardi en 1917.

La suerte de los ex presidentes ha sido variada; desde el asesinato, el ostracismo, o el silencio. Aunque ha habido actos de conciliación y unidad, como ocurrió al declarar la guerra a los países del Eje, cuando el Presidente Ávila Camacho reunió en Palacio Nacional a todos los ex gobernantes, entre ellos a Plutarco Elías Calles, quien volvía del exilio.

En la administración de López Mateos se convocó a todos los ex presidentes para atender funciones afines a sus intereses, se habló de la familia revolucionaria.

EL ABUSO DEL PODER

El Presidente Andrés Manuel López Obrador promovió una reforma constitucional al ampliar los delitos para someter a juicio al Presidente, sin olvidar que es ferviente promotor de la ratificación de mandato, hechos que confiere su intención de romper la inmunidad del Jefe del Ejecutivo.

Respecto a los criterios sobre enjuiciar a los presidentes de la República existen opiniones divergentes. Algunas de ellas se recogen para su consideración.

La Cámara de diputados aprobó eliminar el fuero constitucional del Presidente, a partir de modificaciones al 108 y 111, por lo cual pueda ser juzgado, además de por traición a la patria, por delitos electorales o hechos de corrupción.

Las reformas aprobadas y las que se encuentran en proceso dan idea de la transformación a la que se sujeta el presidencialismo vigente, cuyas salidas son suprimir el presidencialismo unipersonal absoluto, sin apuntar aun hacía un presidencialismo atenuado por el Congreso.

La crítica al fuero que encubre al Presidencialismo que se promueve se trasluce en opiniones de prestigiados constitucionalistas.

El ex ministro de la Corte, José Ramón Cossío Díaz, ha escrito (El Universal 8 septiembre 2020 ). con la determinación de delitos que el presidente cometa como ciudadano común” se constituyó la categoría de los que pueden ser cometidos por servidores públicos y hechos de corrupción de delitos electorales.

Luego señala que AMLO propuso que pueda ser enjuiciado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos “por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadano común”.

Si se hubiera querido desaparecer la figura bastaba borrar los párrafos 108 y 111 de la Constitución.

Como conclusión, no podrá ser acusado durante su mandato por ningún delito que no sea uno de los tres. Si bien, al ocupar la presidencia comete homicidio, lesiona o roba bienes que no sean del patrimonio público, el fiscal puede llevar el caso al Senado. Sin embargo, si como parte de sus funciones realiza una conducta que no queda comprendida en la traición a la patria, la corrupción o lo electoral, no podrá ser acusado. Este será el nuevo “fuero” presidencial. Nuevo, pero fuero.

El doctor Juan José Mateos, catedrático de historia constitucional, por su parte manifiesta que el fuero en la realidad es un derivado del poder del mandatario en el sistema político, pues depende del número de Senadores y la filiación política del fiscal su suerte. Con mayoría podrán seguir abusando del poder.

Respecto de los delitos comunes está muy difícil que una persona que no maneja su auto, ni paga su comida o las cuentas de su casa, además de vivir en Palacio nacional etc., vaya a cometer delitos del orden común.

El fuero se pensó para evitar presidentes rehenes de las oposiciones políticas poderosas; si AMLO no tuviera mayoría en el Congreso ya estaría procesado por sus enemigos con pretextos como el aeropuerto o las refinerías y en un extremo por no usar cubrebocas.

El doctor Manuel González Oropeza, autor del Digesto Constitucional de México, considera que: el Presidente no tiene fuero. Su inmunidad sirve para evitar ser enjuiciado ante tribunales. Y actualmente sólo puede ser enjuiciado por el Congreso. el cual determinaría si se le retira del puesto para poder enfrentar los delitos como ciudadano común ante tribunales ordinarios.

Así las cosas, la Cámara de diputados investiga las acusaciones y consigna en su caso ante el Senado, juez político, no juzga delitos sólo infracciones a la Constitución y leyes no penales. Si la reforma involucra corrupción y otros delitos, está confundiendo el ámbito penal con el político y entonces desnaturaliza el juicio político y ofende el principio de separación de poderes porque convierte el Congreso en un juez penal contrariando el artículo.

El debate del fuero es un examen al seno del presidencialismo; su perduración depende de su eficiencia de generar la convivencia con los otros poderes y la efectividad de la democracia como herramienta de igualdad y de equidad.

Aunque por otra parte, en realidad AMLO está trazando su línea de futuro como ex presidente: él será encausado en esa dirección cuando termine su mandato.

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