José Vilchis Guerrero
Debido a que enfrentamos una pandemia, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los simpatizantes a su gobierno que no se manifiesten en apoyo “porque estamos enfrentando la pandemia y tenemos que seguir guardando la sana distancia y seguir cuidándonos y no hace falta”
“Quiero aprovechar para llamar a todos y en particular a quienes encabezan esos movimientos a que no hagan apología de la violencia porque he escuchados una o dos veces a los dirigentes de FRENAAA y es un discurso no solo incendiario sino muy destructivo, incluso no sólo por lo que le deseen al prójimo sino lo que ellos podrían hacerse de daño con tal de trascender y afectar nuestro movimiento”.
Los convocó a la calma, a la cordura a los manifestantes asentados en la plancha del Zócalo para evitar enfrentamientos con otros grupos con los que tienen diferencias, porque dijo que los reaccionarios son tan mexicanos como los liberales, por lo que hay que debe haber respeto en las diferencias.
Dijo que hay cauces democráticos en el país como la elección para tener un cambio.
“Los señores del FRENAAA pueden permanecer ahí, nada más que vengan a descansar al Zócalo porque no llegan los dirigentes, ya le ofrecí ponerles una enramada y colgarles unas hamacas grandes, no llegan los dirigentes. Ayer que hubo viento volaban las casillas, las casas de campaña, me estaban echando la culpa a mí que desde aquí tenían unos ventiladores gigantes”, dijo al soltar una risa.
Anunció el jefe del Ejecutivo que cuando pase la emergencia sanitaria regresarán al Zócalo, “si nos dejan como dice la canción”, para festejar. Hace siete meses, cuando inició la pandemia en México y que desconocía sus alcances y duración, invitó a que al concluir los contagios, hubiera un baile masivo en la plaza del Zócalo.
“Además, si hay cauces democráticos en el país, elecciones, si se respetan las libertades, la libertad de expresión, de manifestación de las ideas… Lo he dicho, nunca habían insultado tanto a un presidente desde Madero, como ahora. Y lo puedo probar”.
Se entiende que estén molestos, les dijo, pero hay que tranquilizarse, serenarse. Recordó que a los dirigentes incluído Alejandro Junco, director de Reforma, les ofreció poner una enramada y colgarles unas hamacas para que permanezcan al lado de sus seguidores que se manifiestan en contra de su gobierno.
Luego, enarbolando una sonrisa socarrona, López Obrador hizo ironía del viento que la tarde de ayer hizo volar las casas de campaña de los manifestantes. “Me estaban echando la culpa a mí (y decían) que desde aquí tenía yo unos ventiladores gigantes”.
