José Vilchis Guerrero
Luego de que el Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria de la ONU pidió al gobierno mexicano la liberación inmediata de Brenda Quevedo Cruz -involucrada en el caso Wallace y con 15 años sin sentencia-, porque su aprehensión fue “arbitraria” y existen denuncias de que fue torturada, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió que cumplirá.
“Vamos a cumplir con la recomendación de liberarla y además, que el Estado se ve obligado a reparar el daño”, luego de reconocer que este caso fue puesto en el centro del debate porque hubo abusos y denuncias concretas de que fue torturada.
Brenda Quevedo Cruz está acusada del secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda, por lo que se encuentra detenida desde 2005. Fue sometida a interrogatorios en los que le echaban agua en la cara “con el propósito de crear una sensación de asfixia; le suministraron toques eléctricos y la amenazaron con tomar represalias contra sus familiares”, precisa un documento de la ONU del 29 de septiembre anterior.
El Grupo de Trabajo estableció que “las violaciones al derecho a un juicio justo son de tal gravedad que otorgan a la detención de la Sra. Quevedo Cruz un carácter arbitrario bajo la categoría III“.
Reiteró López Obrador que su gobierno está abierto al escrutinio de la ONU y de todos los organismos de derechos humanos para que se investiguen los casos en que haya habido abusos y tortura, a fin de cumplir en esta materia, porque no habrá excusa en su defensa.
Podrán abrirse investigaciones en los casos de tortura, masacres, represión, abusos de autoridad y los organismos tendrán todas las garantías para que puedan ahondar y llegar hasta las últimas consecuencias en todos los casos y seguramente desde el sexenio de Felipe Calderón existe una carpeta de investigación que tendrá que revisar la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para comprobar todas las acusaciones y dejar en libertad a la señora Quevedo Cruz.
Durante la conferencia de prensa matutina, López Obrador no desperdició la oportunidad para decir que en el sexenio del panista Calderón Hinojosa hubo casos de tortura, represión y mano dura en el combate a la delincuencia, porque privó la ley del Talión: ojo por ojo y diente por diente.
“El Grupo de Trabajo solicita al Gobierno de México que tome las medidas necesarias para remediar sin demora la situación de la Sra. Quevedo Cruz y ponerla en conformidad con las normas internacionales pertinentes, incluidas las establecidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, señala el documento.
Precisa el documento que tomando en cuenta todas las circunstancias del caso, el remedio adecuado sería la liberación inmediata de la señora Quevedo Cruz y otorgarle el derecho exigible a una indemnización y otras reparaciones, de conformidad con el derecho internacional, con lo cual estuvo de acuerdo el tabasqueño.
Se refiere que “El 7 de octubre del 2010, la Sra. Quevedo Cruz fue trasladada al penal de las Islas Marías. El 13 de octubre, nuevamente sufrió actos de tortura: le vendaron los ojos, le envolvieron los brazos con una cobija y encima le pusieron cinta adhesiva. Posteriormente, un hombre introdujo su puño con fuerza entre sus piernas varias veces, mientras le preguntaba “¿qué se siente?”.
En la recomendación de la ONU pide al gobierno mexicano que le informe el día en que se ponga en libertad a Quevedo Cruz, además de que notifique si le han concedido indemnizaciones u otras reparaciones, y si se investigó la violación de sus derechos.
