Ana Lilia Gutiérrez Ledezma, joven enfermera paradigma de su gremio, se olvidó de sí misma y se arrojó reiteradamente a las llamas, que devoraban al hospital materno infantil de Cuajimalpa.
A costa de su vida, Ana Lilia salvó a 18 de todos los bebés que estaban en cuneros.
Empieza a circular plausible iniciativa popular digna de ser apoyada, para que el nombre de esa heroica enfermera, digna colega de Florencia Nightingale, se imponga al hospital que se construye para sustituir al destruido.
La explosión ocasionada por una fuga de gas, ocurrida el 29 de enero de 2015, en el Hospital Materno Infantil, incendió y colapsó parte del hospital, en la avenida 16 de septiembre, en Contadero.
La causa fue el estallido de un vehículo que abastecía de gas doméstico al hospital, dejando atrapados a menores en los escombros“.