La cancillería mexicana informó esta noche de viernes 26 de febrero que el presidente Andrés Manuel López Obrador sostendrá, el lunes primero de marzo, un encuentro con el presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden.
El anunció se da luego de que, en la conferencia matutina de la fecha, el presidente López Obrador pidiera a la Casa Blanca no interferir en los asuntos internos de México, después de que el gobierno de Biden “sugiriera” al gobierno de López Obrador un ambiente de inversión en el sector energético, horas después de que la mayoría legislativa aprobó una reforma a la ley de energía, que reubicará a la empresa estatal, Comisión Federal de Electricidad, como la empresa insignia de la generación de energía eléctrica.
Como seguimiento a las distintas conversaciones entre los primeros mandatarios, los presidentes López Obrador y Joseph Biden conversarán, el lunes venidero, sobre la visión y objetivos compartidos de la agenda bilateral.
La reunión se efectuará de manera remota. En ella, abordarán los mecanismos de cooperación para atender las causas estructurales de la migración en el norte de Centroamérica y el sur de México.
Además, los presidentes discutirán sobre los estragos del covid-19 y las áreas de oportunidad que presenta el T-MEC hacia una recuperación económica sostenible y más igualitaria en Norteamérica.
Cuándo Biden había ganado las elecciones a Donald Trump, pero las autoridades electorales aún no daban la noticia del triunfo del demócrata, López Obrador decidió no felicitar a Biden en tanto su triunfo no fuera legalizado. Muchos interpretaron como un acto de descortecía el no reconocimiento, pero el mexicano adujo que tenía que esperar los tiempos legales para hacerlo.
Analistas interpretaron el hecho como un gesto de independencia del presidente mexicano ante el gobierno demócrata, caracterizado históricamente como intervencionista en los asuntos de terceros países.
