José Vilchis Guerrero
Ayer anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador que Carlos Romero Deschamps dejaba de ser trabajador de Pemex y por lo tanto deja la dirigencia del sindicato petrolero. Jorge Hernández Lira busca postularse para secretario general en su lugar.
¿Qué opinión le merece esto, Presidente? Le preguntó un reportero esta mañana.
-Pues que tiene todo su derecho. Hoy voy a hablar de eso, de la libertad sindical, de que los trabajadores deben elegir libremente a sus representantes, tenemos que avanzar en el establecimiento de la democracia.
“Y no sólo la democracia acotada a las elecciones para presidentes municipales, gobernadores, presidente de la República, diputados, senadores, sino democracia sindical, democracia en la escuela, democracia en la familia, democracia como forma de vida”.
Hoy, que es la conmemoración de la expropiación petrolera, López Obrador indicó que la tradición del sindicato petrolero viene de lejos. Originalmente fue un sindicato patriota, los dirigentes que presentaron la denuncia y que ganaron el laudo en contra de las compañías petroleras extranjeras, fue el sustento legal para la expropiación.
“Pero con el tiempo se volvió un sindicato corporativo, paraestatal, fue perdiendo capacidad de resolver sus renovaciones mediante la democracia, se fueron haciendo cacicazgos”.
Recordó el escándalo que provocó Carlos Salinas al apresar a Joaquín Hernández Galicia (a) La Quina. Al respecto, dijo que los jóvenes tienen que estar recordando estas historias para entender la realidad actual.
Desde entonces, desde el Estado se impone a dirigentes en el sindicato petrolero en lo que denominó gatopardismo, en que las cosas en apariencia cambian para seguir igual.
Propuso el caso del Pemexgate en el 2000 con Vicente Fox, cuando se declaró que ya no iba a haber charrismo sindical y terminan negociando con Romero Deschamps y le prolongaron a Romero Deschamps la dirigencia sindical por 20 años más.
La democracia sindical la deben reclamar los trabajadores, dijo, porque su gobierno no se puede meter al interior de los sindicatos como fue la costumbre de gobiernos anteriores en que hubo una forma antidemocrática de hacer política.
“Los que quieren sustituir a Romero Deschamps o a los dirigentes actuales, no sólo en el sindicato petrolero, sino en cualquier sindicato, están pensando de la misma manera, quieren el ‘quítate tú porque me toca a mí’, ‘quítate tú porque quiero yo’. Nada más”.
Por lo anterior, dijo que impulsa la democracia sindical, pero insiste en que corresponde a los trabajadores decidirlo, porque su gobierno no tendrá preferidos para ocupar los cargos de elección, no habrá dedazo sino que las elecciones sean limpias, libres, en voto secreto.
