Aunque Pese
Salvador Martínez García
Muchas han sido las críticas que se han hecho al Gobierno del Presidente López Obrador por su política de rescate a los recursos petroleros del país, bajo falaces argumentos de que el petróleo ya no tiene vigencia ni futuro en el mundo.
Sin embargo, es claro que toda esta crítica es alimentada por los intereses de las petroleras transnacionales que han visto afectar sus intereses con la política nacionalista surgida desde Palacio Nacional.
Por ello se resalta la importancia del anuncio hecho ayer por AMLO de que para el año 2023 seremos autosuficientes en la producción de gasolinas y diésel, además de que no habrá aumentos en los precios de los combustibles.
Esto se logrará porque Pemex, Empresa Productiva del Estado, compró a las transnacional Shell, el total de las acciones de la refinería DEER PARK, en Texas, Estados Unidos, de la que ya poseía el 50 por ciento del capital accionario.
Ayer se cerró la operación de compra de la refinería con un monto de 600 millones de dólares, pagados de contado, con lo que se posee el 100 por ciento de las acciones de la refinería con capacidad de procesar 340 mil barriles diarios de petróleo, misma potencialidad que tendrá la nueva refinería de Dos Bocas, en proceso de construcción.
Este Gobierno recibió 6 refinerías en pésimo estado, con mínima producción, las cuales se han modernizado, además de reiniciarse la Coquizadora de Tula.
Ahora se cuenta con 7 refinerías en producción y la de Dos Bocas en construcción, infraestructura con la cual se logrará la autosuficiencia en dos años.
SUSURROS
Cuando en México surgieron los debates presidenciales, hace ya 27 años se consideraron como un importante avance para la democracia, a lograr confrontar ideas, posturas y posiciones políticas entre los aspirantes a la Presidencia de la República.
Los debates se ampliaron años después a los procesos electores para Gobernador, Presidentes Municipales y Alcaldías, se llegó a pensar que este era el mejor mecanismo para conocer a quienes aspiraban gobernar a la ciudadanía en puestos de elección popular.
Sin embargo, los debates hoy están a debate y para muchos no sirven de mayor cosa porque se han degradado a tal nivel que sólo sirven para denostar al contrario, acusarlo de corrupción y cuanto se ocurra, además disminuirse a sólo show, en los que brilla la ausencia de posiciones ideológicas o definiciones políticas, que pudieran proporcionar a la ciudadanía elementos de juicio para emitir su voto.
Nunca como hoy se habían trivializado tanto las campañas como los debates. Nada aportan para conocer en realidad a quienes piden el voto, que tristeza.
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