Prisma empresarial
Posible el nuevo “Régimen de Confianza” del SAT
Gerardo Flores Ledesma
EL PAQUETE Económico para 2022, entregado por la Secretaría de Hacienda al Congreso de la Unión, la semana pasada, confirma que no habrá ningún cambio en el horizonte de crecimiento del PIB y que seguiremos con el mismo modelo de economía que se basa en apoyo a becas, adultos mayores, salud, educación y seguridad, así como a los proyectos de infraestructura u obras insignia del gobierno de la 4T.
El paquete considera casi 6.7 billones de pesos de gasto en 2022, un incremento de 8,6% con respecto a la cifra aprobada en 2021 y se nos dice que la tasa de crecimiento o de PIB será de 4.1%; el precio de la mezcla mexicana de exportación será de 55.1 dólares por barril (dpb) y la producción de crudo será de 1 millones 826 mil barriles por día. Se estima un nivel de anual de 3.4%; una tasa de interés promedio de 5%, y un tipo de cambio promedio de 20.3 pesos por dólar.
El paquete habla de un aumento de 17.7% en la inversión física y se rompe así con la racha de reducciones anuales, por lo que esa variable, como porcentaje del PIB, representaría ya el 3.1%.
El gasto público para 2022 destinará 1 billón 172 mil millones de pesos para el pago de pensiones, y la erogación de las pensiones para el bienestar de los adultos mayores será de 238 mil millones de pesos, un aumento de 76%, sobre los 135 mil 065 millones de pesos de 2021.
La danza de cifras está centrada en las obras del gobierno, como Dos Bocas, Tren Maya y Aeropuerto de Santa Lucía que, junto con otras construcciones y reconstrucciones, absorberán 578 mil millones de pesos, o sea 141 mil millones de pesos más que el año pasado.
El Tren Maya se chupará 63 mil 200 millones de pesos del gasto, una cifra muy por encima de la que se destina a otros rubros para el bienestar de las familias y el crecimiento económico, como es el caso del ramo de salud que aumenta 47 mil millones de pesos, número un poco menor a los 45 mil millones para la refinería de Dos Bocas, pero muy superior al de seguridad ciudadana que crece en 30 mil millones de pesos o el de educación que lo hace en 26 mil 400 millones.
Hay rubros sobresalientes en las que no existe claridad sobre el gasto que se ejercerá, como es el caso para la vacunación contra la Covid 19, el programa de coberturas petroleras y el seguro catastrófico para desastres naturales.
El crecimiento económico de 4.1% previsto para 2022 se ve comprometido con una desaceleración que se confirma a nivel global, y en momentos en que el índice general de la actividad económica (IGAE) cayó 0.9% en junio, respecto al mes anterior, y luego de haber tenido tres meses al alza; la producción industrial se redujo en 0.5% y la inversión y el consumo declinaron 1.8% y 0.8% en dicho mes.
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LOS INGRESOS planteados para 2022 están sustentado en medidas orientadas a facilitar el cumplimiento del pago de los impuestos a través de la simplificación administrativa, además de cerrar espacios a la evasión, defraudación y elusión fiscal.
Es posible que las autoridades fiscales arrastren un pecado de exceso de confianza o que, al menos en la primera parte de su apuesta, desborden un optimismo exagerado al suponer que cientos de miles de informales se sumen como posibles contribuyentes al padrón fiscal.
Ya hemos visto a lo largo de 4 décadas planes y programas de aliento y estímulo para que los comerciantes ambulantes, por ejemplo, dejen de ser informales y fortalezcan las arcas naciones a través de sus contribuciones.
Sin embargo, Raquel Buenrostro y su Servicio de Administración Tributaria (SAT) merecen el beneficio de la duda.
El nuevo “régimen de confianza”, que sustituye a los anteriores y mediante el cual se busca disminuir los costos de cumplimiento de los pequeños contribuyentes, sin crear nuevos impuestos nuevos y tampoco con alzas en las tasas de los gravámenes vigentes, salvo ajustes por inflación, contiene una serie de medidas que ojalá haga que se cumpla la previsión de un aumento de 1.3% en los ingresos totales, respecto al cierre estimado de 2021.
Para 2022 se proyectan ingresos tributarios mayores en 6.4% respecto al cierre del 2021, impulsados por un alza de 4.9% en la recaudación del ISR, un aumento de 4.5% en el cobro de IVA y uno de 19.4% en la recaudación por IEPS.
El SAT le apuesta al Régimen Simplificado de Confianza para personas físicas con actividad empresarial, profesionistas, arrendatarios y los que se dedican al sector primario, y que reciben ingresos de hasta 3.5 millones de pesos anuales.
Dicho régimen establece cuotas fijas basadas en los ingresos y elimina la necesidad de realizar cinco trámites y llevar registros de contabilidad con terceros para cumplir con las obligaciones en materia de ISR, al pasar a un cálculo automatizado con información pre-cargada”.
Dos buenas noticias son: A las personas morales constituidas por personas físicas y con ingresos de hasta 35 millones de pesos al año, se les permitirá tributar con base en los ingresos recibidos, en lugar de los devengados, para darles mayor liquidez. Asimismo, se les otorgará el beneficio de una depreciación más acelerada que la del régimen general, a fin de fomentar la inversión, la creación de empleo y una recuperación económica más rápida en 2022.
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