Silabario de política
Moisés EDWIN BARREDA
La efeméride del segundo paso fundamental para sacudirnos el yugo peninsular, que fue la entrada del Ejército Trigarante a la capital mexica, nebuloso pasaje de la historia nacional, la que con patriotismo custodia y difunde Doralicia Carmona Dávila, es útil para exhortar nuevamente al pueblo a permanecer en guardia destapando oídos y ojos para identificar los intereses reales de los “sirena” que nos cantan con pluma interesada, movidos en conjunto por la oligarquía y las transnacionales que representa Washington.
Debemos ver y entender que, con sus enjundiosos ataques al gobierno de la Cuarta Transformación, cuyos pilares son mendacidad, calumnias e injurias, que obedecen a sus intereses morales o económicos, esas “sirenas” intentan también soldar o sueldan los eslabones que por el despertar de las conciencias vamos rompiendo de las cadenas con que la corrupta oligarquía priista nos unció a los intereses del vecino del norte.
Se denuncian a sí mismos desde “Reforma” y “Excélsior”, diarios herederos de “El Imparcial” porfirista, bastiones vanguardia de la prensa que respira por profunda herida porque perdió las canonjías y dineral con que la oligarquía y washinton le pagaban su humillante servilismo.
Son dos de esos sujetos del asco mercenarios que les faltan al respeto a los ciudadanos, aunque los saben al tanto de la inmensa corrupción de los gobiernos priistas porque sufrían sus consecuencias en carne propia, por información que proporcionaban algunos osados periodistas y por razonamiento propio; creen que les pasa inadvertido que atacan al nuevo régimen defendiendo entes que por años fueron manejados por proxenetas de la política o sus allegados para enriquecerse.
Uno de ellos lo acusa de romper “el sistema de compras de medicinas”, que –soslaya ingenuamente– era esquema de empresas manejadas por políticos corruptos cuyos nombres sabe y calla por interés, facciosos del sistema nacional de salud que el gobierno de la Cuarta Transformación, o cuarta restauración de la República, que se desempeña con rectitud y probidad como ninguno antes, rescata con gran esfuerzo porque allí persiste la inercia de la corrupción que todavía campea en los niveles inferiores y medos de toda la administración pública.
Otro de esos mercenarios amamantados desde siempre por la oligarquía, y evidentemente por consigna, pues presume mucho saber y entender, ve y habla del reverso de los resultados positivos de la reunión de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) efectuada el 18 de septiembre en esta capital federal, con presencia de 17 Presidentes de la región. No se sonroja aunque sabe que escribe enseñando la cola.
Las opiniones de estos mercenarios desmerecen también porque las emiten desde esas tribunas cuestionadas socialmente por su sucia e ilegal razón de existir: “Reforma” y “Excélsior”. La primera, robada al padre por hijos innobles; la segunda, ilegalmente en manos de uno de los vázquez raña, ex instrumentos y, por ende, grandes beneficiarios de luis echeverría álvarez, a quien se le imputa la autoría intelectual de crímenes como el asesinato en agravio del periodista Carlos Loret de Mora, el único mexicano que se atrevió a llamarle “dictador” públicamente.
Por su evidente apego –¿de qué género?– a oligarcas y la embajada estadounidense, el que ensucia –llover sobre mojado– la mancha que es Excélsior llama, “derrota” a la abierta oposición de dos Presidentes a la idea fundamental de esa Cumbre, de que los países –incluido México—de la región se unan y esfuercen por sepultar la doctrina Monroe, fruto de la política injerencista estadounidense ahora dictada por las grandes transnacionales, política que los carcome desde el comienzo mismo de sus luchas emancipadoras, según enseñan algunos historiadores.
El individuo en cuestión pasa por alto que las “legítimas críticas” de esos Presidentes de Uruguay y Paraguay respectivamente, fueron cínicas porque se les sabía previamente “convencidos” para el caso por washington mediante la aportación de inmensos recursos económicos para sus programas de gobierno. De los 17, fueron los que únicos aceptaron esa “generosa y oportuna oferta”.
No hubo la derrota de AMLO ni la victoria del personero de las transnacionales que canta desde el “Reforma” uno de esos juglares que sin siquiera miseria de dignidad o amor propio se exhiben mercenarios de la pluma, y es hilarante su prédica que nos quiso vender, parte de su tenaz e inútil labor de zapa, de que dos golondrinas hacen verano.
