Nigromante
José Vilchis Guerrero
Debieran de ser ejemplo de urbanidad política y de negociadores informados, inteligentes y con carácter. Reflexivos legisladores que enfrentaran a los adversarios con inteligentes argumentos para convencer. Pero no, les falta cultura y buenos modales. Cualquier parecido con una bronca en el barrio bravo de Tepito podría ser una coincidencia.
Se subieron al ring los diputados de un bando y otro y entre damas y caballeros se dirimieron las diferencias a golpes y empujones luego de que con 274 votos a favor, 220 en contra y cero abstenciones, este miércoles aprobaron en lo general y en lo particular en el pleno de la Cámara de Diputados la Miscelánea Fiscal 2022, que incluye cambios a las leyes del Impuesto al Valor Agregado, (IVA) Impuesto Sobre la Renta, (ISR) IEPS, aduanera, del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos y al Código Fiscal de la Federación (CFF).
Convertido en una olla de grillos, el Congreso de la Unión inició el martes las discusiones en lo particular de la Miscelánea Fiscal 2022 donde se presentaron cerca de 500 reservas y tras casi 48 horas de debate, se aprobó que los mayores de 18 años cuenten con su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), pese a que no desempeñen ninguna actividad económica, para evitar que los jóvenes sean usados como prestanombres o sean registrados como dueños de alguna empresa fantasma.
Concluyeron que habrá un tope de ingresos para las organizaciones de la sociedad civil, (OSC) ya que en anteriores administraciones éstas fundaciones eran utilizadas para desviar recursos y evasión de impuestos por parte de las grandes empresas.
Una vez más durante toda la discusión las bancadas dentro de la Cámara de Diputados se mostraron en un constante choque, mientras que el Movimiento de Renovación Nacional (morena) y sus aliados (Partido del Trabajo y Verde Ecologista) afirmaron más de una vez que están a favor de lo que fue presentado en un principio.
La bronca se desató entre los provocadores de un partido y otro. “Ustedes (los del PAN) son defensores del narcotráfico”, soltó el Diputado Benjamín Robles, del Partido del Trabajo,
Por su parte el diputado Daniel Gutiérrez, de Morena, declaró respecto a la reforma del artículo 151, sobre las organizaciones sociales: “Es tiempo de acabar con lo que ustedes llaman planeación fiscal, pero aquí en México y en el mundo se llama evasión fiscal y eso no lo vamos a permitir”.
“La deducibilidad tiene su sentido social”, le respondió la diputada panista Margarita Zavala, que habló a favor de la reforma del artículo.
Cuando subió a la tribuna Zavala para defender a las Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) los de la bancada de Morena le dieron la espalda, y no la dejaban hablar gritando en el pleno “¡fuera, fuera!” y “¡ABC, ABC, ABC!”.
Al terminar la exposición de la legisladora panista le tocó el turno al vicecoordinador del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, quien al subir a la tribuna le salió –otra vez- el barrio de Iztapalapa en el peor estilo de la grosería: “compañeras y compañeros…aquí huele a azufre, esta tribuna huele a azufre, huele a mentira, huele a hipocresía, huele a falsedad, huele a usurpación”. Al Noroña que ha impuesto su estilo de peleador callejero, le rebotó la reacción de la bancada del Partido Acción Nacional, cuyos legisladores también le dieron la espalda y algunos abandonaron el pleno.
Sergio Barrera, diputado del Movimiento Ciudadano explotó: “Qué miedo le tienen a votar nominalmente”. Estuvo entre la multitud apiñada en el centro del pleno legislativo durante la riña entre bancadas, la cual duro varios minutos. Empujones y puñetazos marcaron el miércoles de legisladores rijosos.
Morena y sus aliados de la 4T en la Cámara de Diputados se cerraron a toda propuesta de la oposición para modificar el plan fiscal para 2022, y la coalición del PAN, PRI y PRD amenazó con llevar la discusión más allá del 20 de octubre, fecha límite legal para su votación.
La sesión del miércoles culminó entre enérgicas discusiones que llegaron a los golpes y empujones en que no se respetaron ni a damas ni a caballeros que intercambiaron epítetos impronunciables que agreden por parejo a unas y otros, que se autodenominan representantes populares que se saben fajar a puñetazos en pleitos de barrio en el mismo santuario legislativo.
