José Vilchis Guerrero
Durante la reunión con la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, que se efectuó ayer en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador le explicó los puntos centrales de la iniciativa de reforma eléctrica y los argumentos para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad frente a empresas extranjeras que operan en México.
Fue una reunión cordial con la funcionaria estadunidense, quien ya fue gobernadora por 8 años y ahora es una defensora del medio ambiente a quien le explicó que hay empresas que se sienten afectadas por la iniciativa de ley eléctrica y que el tema se arreglaría entre amigos. “Es una mujer muy sensible, con mucha experiencia política”.
Le explicó cómo imperaba la corrupción del gobierno y las empresas en favor de una minoría, cómo engañaron que iban a construir 12 termoeléctricas, no las construyeron, pero sí se compraron excedentes de gas en complicidad con los funcionarios públicos. “No se necesita el gas y los precios están por encima de lo que vale”.
En el caso de los gasoductos, le dijo, no se cancelaron los contratos sino que se buscaron arreglos igual que con los reclusorios porque se tenían que pagar 16 mil millones de pesos por contrato, estuviesen ocupados o no, a los cuñados de Carlos Salinas y sus amigos a los que se les respetaron sus contratos. Se negoció una reducción que permitió ahorros de mil millones de pesos al año.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional refirió el presidente López Obrador que le explicó a la funcionaria visitante que cómo es posible que las empresas de auto abasto venden la electricidad a la CFE y la disposición al diálogo con los empresarios para ver caso por caso de las empresas de Estados Unidos que ya invirtieron.
Porque en estos casos se va a dialogar con los empresarios que se sientan afectados y se va a llegar a un acuerdo para que no salgan afectados y obtengan utilidades justas, dentro de la normalidad empresarial, expresó el jefe del Ejecutivo.
“Pero si lo que quieren es pagar menor porque se les subsidia a las grandes empresas, eso ya no es posible, porque es injusto que una familia pague más por la luz que una empresa. Algunos, no todos, los que se beneficiaron vinculados con los españoles, buscan protegerse con el gobierno de Estados Unidos. Y con qué argumentos un gobierno extranjero va a defender la corrupción”.
Esto lo entienden muy bien en el gobierno de Estados Unidos, indicó. Donde consideren que hay una injusticia, hay algunas empresas que se les informe y les están informando sobre los alcances de la reforma eléctrica. Se trata de empresas de Estados Unidos y de Canadá, que son pocas, advirtió.
